Tras el fallo que liberó a los ocho procesados por la desaparición de su hija, Alberto Perassi apuntó contra el “teléfono político”. El papá de Paula –desaparecida hace ya casi cuatro años– vinculó este nuevo revés en la investigación a la complicidad entre sus asesinos y la política. Al día siguiente de la decisión de Adolfo Prunotto Laborde se animó, incluso, a dar nombres y apellidos; entre ellos surgió el del actual intendente de San Lorenzo, Leonardo Raimundo. Ahora, una nueva investigación desnudó reiteradas comunicaciones telefónicas entre el jefe municipal y uno de los policías procesados por la desaparición de Paula Perassi. Eso no implica una relación con el caso, sí un vinculo entre esas dos personas. Desde el entorno del jefe comunal explican que ese vínculo sólo tuvo que ver con cuestiones de trabajo normales entre un intendente y un jefe policial de la ciudad que gobierna.

Según informó el periodista Hernán Funes de Radio 2, Raimundo y el ex comisario inspector Adolfo Daniel Puyol, ex jefe de la Agrupación Cuerpos de la Unidad Regional XVII, se contactaron más de 500 veces entre agosto y diciembre de 2011; es decir, antes, durante y después de que Paula fuera denunciada desaparecida.

De acuerdo a los cruces telefónicos, un número terminado en 605 y adjudicado a Raimundo; y otro finalizado en 306 e identificado con Puyol se comunicaron 534 veces entre el 11 de agosto de 2011 y el 29 de diciembre de 2011. Sin embargo no hay registros de contactos entre ambos los días 18 y 19 de septiembre, es decir, el día de la desaparición de la sanlorencina, el 18; y la jornada inmediatamente después. Esto hace suponer que el mandatario no estuvo vinculado con lo ocurrido con Paula pero podrían abonar lo que su papá siempre sostuvo: que Raimundo y Puyol eran amigos.

Sin embargo, desde el entorno del intendente lo niegan: explican las comunicaciones como algo normal entre un intendente y un jefe policial. Y sostienen que cuando se produjeron los llamados Puyol no estaba sospechado de tener algo que ver con el caso Paula Perassi. La producción del programa Radiópolis intentó comunicarse con Raimundo para ampliar sobre el tema, pero el jefe comunal prefirió no hablar por ahora.

La última vez que vieron a la sanlorencina de –por entonces– 32 años, fue el domingo 18 de septiembre de 2011 por la noche. Aquella velada, había dejado a sus dos hijos en casa para nunca más volver. La principal hipótesis de fiscales y querellantes es que se había ido a encontrar con su amante, Gabriel Strumia, y supuesto padre del bebé que llevaba en la panza. También creen que esa noche, Strumia y un grupo de allegados la secuestró y la obligó a practicarse un aborto que finalmente terminó con su vida. Ahora, el Equipo de Antropología Forense busca sus restos en una cava ubicada entre Puerto General San Martín y Timbúes.

Desde entonces su papá arremetió contra “la billetera y el dinero político”, seguro de que semejante crimen no podría mantenerse tapado sin la ayuda de personas influyentes.

Este jueves incluso, en contacto con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2, Perassi había asegurado que Raimundo le mintió en el propio comedor de su casa. Según contó el papá de Paula, el jefe municipal se había acercado a su domicilio casi dos años después de la desaparición de su hija para conocer el estado de la causa y prestar su ayuda. “El intendente Raimundo sabe muy bien lo que pasó con Paula”, había asegurado.