Trabajar a puertas cerradas y atender por una pequeña ventanita, colocar cámaras de video, alarmas, rejas en cada punto de ingreso del local, cambiar de horario y hasta contratar seguridad adicional, son algunas de las estrategias que los comerciantes van poniendo cada vez más en práctica ante los reiterados hechos de robos que sufren.

Sin embargo, esta batería de medidas de prevención parecen no causar efecto en aquellos que buscan sacar ventaja del otro y quedarse con dinero o mercadería ajenos, porque al mismo tiempo que quienes buscan trabajar de manera digna intentan crear mejores mecanismos de defensa, quienes se dedican a delinquir también van mutando su manera de hacerse de lo ajeno. 

El límite en muchos casos es tener que pagar "guarda" a jóvenes delincuentes para tener la certeza de que no serán robados. Tal como el caso del pasado fin de semana en Bolivia y Génova, donde el comerciante terminó hiriendo de muerte a uno de los jóvenes que se acercó a robarle. Según los vecinos, e. "cobro de peaje" para poder trabajar es cotidiano en la zona y al parecer el hombre se cansó. Pese a lo que se cree, este delito se da en varios puntos de la ciudad, sin embargo son pocos los que denuncian el accionar de este estilo de delito. 

Entonces, ¿qué hacer cuando ya se hace todo para poder trabajar en paz?, aquí la respuesta es un hondo y largo silencio…

Esto demuestra que el problema de la inseguridad no se termina con rejas, cámaras, cambios de horarios o alarmas comunitarias. La falta de seguridad es en sí un problema social de base, que lleva muchos años in crescendo a paso sostenido, haciendo que los ciudadanos cada vez estén más desconfiados y con temor de salir a trabajar.

El balance de este año es poco alentador y mientras muchos vecinos de la ciudad buscan reunirse para paliar esta situación y llevar sus inquietudes a políticos representantes o policía, la respuesta siempre parece ser la misma: "estamos trabajando", "faltan elementos" y hasta algunas veces dan un celular de contacto directo con la fuerza, sin embargo el paso del tiempo demuestra que poco cambian las cosas y que todo parece quedar igual pese al deseo de algunos y el intento de otros.