Para algunas personas, el dulce de leche con pan y manteca reporta un placer único. Para otros y otras, sacarse fotos en la ducha.
La diferencia es que a la segunda fuente de placer, si guardás las pruebas en el celular, te las pueden hackear.
Eso, justo eso le pasó a Karina Jelinek que salió a contarlo, indignada (como corresponde, por otra parte).
El tema es que esto ya le pasó a Olga: el último año se “iltraron” fotos de ella en topless desde un balcón.