El libro de las mentiras, la nueva novela del escritor argentino Gastón García Marinozzi. Se trata de una novela de personajes “elásticos” en la cual un hombre bueno es capaz de asesinar y un criminal de amar a los perros y las flores.

"No quería que los malos fueran tan malos ni los buenos demasiado buenos. El más humano de la historia acaba disparando en todos los sentidos, a pesar de sus emociones transparentes, casi todas vitales y positivas", explic{o García Marinozzi en una entrevista con la agencia EFE.

Publicada por el sello Alfaguara el último julio, la novela cuenta la historia de Mike, un joven artista plástico de mala salud que vive un romance con Mía, una estudiante con la fuerza que solo pueden tener las mujeres. 

Sueñan con cambiar el mundo y con ajustar cuentas a los asesinos protegidos de la dictadura argentina, entre quienes está Eugenio. Tanto este último como Mike padecen cáncer de garganta.

"El cáncer es por sus silencios, son tipos que tienen mucha verdad y no la dicen. En el caso de Mía, su amor es como el de La Maga de Cortázar en Rayuela, pero a diferencia de ella, Mía no es dispersa y su fuerza es impresionante. Se enamoran igual que como se enamora uno a los 20 años", abundó el autor.

El libro de las mentiras está dividido en pequeños capítulos en los cuales suceden muchas historias dentro de la historia. 

Con una prosa limpia el escritor toca temas como el amor, el romanticismo de los jóvenes, la migración, el miedo y la solidaridad. 
Además de Mike, Mía y Eugenio, el otro personaje de la trama es Rodrigo. Se trata de tres personajes elásticos que tienen rasgos a la vez de héroes y malvados.

García Marinozzi suma alrededor de dos décadas en el periodismo. Radicado en México hace diez años en México, la distancia con Argentina le ofrece una perspectiva diferente del país y, en particular, de la ciudad de Buenos Aires.

"La perspectiva que da la lejanía a mí me facilita el trabajo", dijo el escritor de 44 años, que debutó hace un par como novelista con Viaje al fin de la memoria.

"Escribo para responder preguntas que mantiene uno como ciudadano, como pareja, como padre, como hijo. Pienso en ese tipo de cosas que te cuestionas día a día y si tienes la posibilidad de escribirlas es un regalo", sostuvo el autor.