Con funciones desde este miércoles y hasta el domingo, se presenta en el teatro Auditorio Fundación, Mitre 754, Escenas de la vida conyugal. La obra de Ingmar Bergman sube a escena con los protagónicos de Erica Rivas y Ricardo Darín, y bajo la dirección de Norma Aleandro.

La apuesta es la versión teatral que el realizador sueco hizo de la película homónima –que también dirigió– y que llega a la ciudad en una adaptación de Fernando Masllorens y Federico González del Pino.

“Es un lujazo esta obra. Poder hacer esto en el teatro comercial es un lujo. Yo no hago mucho teatro comercial porque me pasa eso de que los materiales mucho no me entusiasman. Y creo que para el público es muy importante lo que uno comunica”, señaló Érica Rivas en diálogo con Esto se baila así (Radio 2).

Y abundó: “Es un lugar de riesgo que encanta tener. Porque cuando hacés teatro independiente, conocés la gente que viene y, más o menos, lo que pensamos un poco todos. Pero darle este “palazo” que es Escenas a la gente que por ahí no va mucho al teatro o que, en muchos casos, somos distintos; es diferente”.

La obra articula el humor y el drama en la relación de una pareja –Mariana y Juan– a lo largo de veinte años.

“Vengo notando que Mariana es distinta, cambia casi todos los días”, confió Rivas a Juan Junco este sábado, al tiempo que avanzó sobre las implicancias que tiene para ella la profesión: “A la actuación la tomo como un lugar de aprendizaje personal”

“Lo que tiene siempre Mariana es que es una mujer que ama a ese hombre profundamente y, a veces, a pesar de lo que ella quisiera. Es un amor con el que ella es consecuente a pesar de todo (…) Para mí eso es una gran mujer. Y a veces pienso que tengo mucho que aprender de ella”, continuó.

En el marco de la entrevista, Érica – o María Elena, para los televidentes– contó qué representa para ella trabajar con Norma Aleandro.

“Es uno de mis referentes como actriz; como directora es una madraza; es una persona que todo el mundo quiere; tiene una familia maravillosa. (..) Viste esa gente que vos decís «loco, todo le fue bien». Porque son elecciones: es una mujer que, como actriz, ha aprendido y puede meter eso en su vida también”, dijo.

Tamaña valoración –a los que se suman los créditos obtenidos por Aleando– hicieron que Juan le preguntara a Rivas acerca de cómo se maneja “el fanatismo”.

“No soy muy cholula, pero tengo gente a la que admiro y tengo cierto beneplácito. Estoy así como en reverencia permanente .Y como tengo que trabajar con ella, trato de dejar eso a un costado. El «ay, estoy trabajando con Norma Aleandro, no lo puedo creer» va por por dentro. Mientras, yo sigo haciendo cosas; ensayo”, soltó la entrevistada.

En tren de confesiones fue que contó que cursó –y rindió– hasta cuarto año de la carrera de Psicología –una carrera a la que llegó porque “me interesa la condición humana"–; que es “muy tímida” y no le gusta “verse” ni “su voz”–“me pongo muy nerviosa. Habré visto medio capítulo de Casados con hijos”– y que lo que más le gustaría es “bajar una escalera en conchero”.

En rigor, tal afirmación llegó entre risas y tras ser consultada sobre una posible participación en un teatro “más comercial, en una revista”. En lugar de desestimar la opción, Rivas redobló la apuesta.