La Feria del Libro se consagró este sábado como un evento multitudinario. Miles de rosarinos y rosarinas eligieron visitar el Centro Cultural Fontanarrosa y disfrutar las múltiples actividades que se ofrecieron. Desde temprano, la explanada de ingreso se mostró repleta de visitantes copando los sillones dispuestos para la ocasión, que ya auguraban el clima festivo que también se vivió entre libros en los tres pisos del espacio.

Así como se anticipó el viernes con el acto de apertura oficial, el sábado la Feria empezó a ocurrir también en su propio patio: desde las 15, la banda Sombrerito amenizó la tarde bajo el sol haciendo bailar a chicos y grandes con un repertorio para todo público que incluyó versiones de clásicos del rock como Popotitos y hasta algunas cumbias.

La primera actividad del día fue cerca del horario de apertura: El periodista Gustavo Grabia presentó su libro Asalto al mundial. Barrabravas, política y negocios. La historia negra de las hinchas argentinas en la Copa, en la Sala B del Fontanarrosa.

Hacia la mitad de la tarde, tuvieron lugar en simultáneo dos de los platos fuertes de la jornada. Por un lado, en la Sala G, se dio una de las actividades más esperadas y además una de las más convocantes hasta el momento: la entrevista a Reynaldo Sietecase llevada adelante por Damián Schwarzstein. Ante un auditorio repleto, que contó unas 500 personas entre las cuales se destacó la presencia de la intendenta Mónica Fein, los periodistas conversaron sobre las sinergias entre las tareas periodísticas y los esfuerzos literarios.

“Periodismo y literatura son la bella y la bestia. Son bien diferentes. Yo, que transito los dos carriles, le pongo la misma intensidad a cada cosa, no es que hago una con mayor pasión o rigor que la otra. Pero sí tengo claro que cuando escribo periodismo me tengo que acercar lo más posible a los hechos, contarlos de la manera más precisa, con mi mirada. Cuando hago literatura, vale todo”, expresó Sietecase sobre el tema.

Luego de la charla, el escritor se quedó conversando con los asistentes y firmando libros. Muchos aprovecharon para personalizar su ejemplar recién comprado de “No pidas nada”, la más reciente novela de Sietecase.

La Sala B, por su parte, alojó a la reconocida escritora Silvia Hopenhayn, que presentó su más reciente libro Ginebra junto al periodista Patricio Zunini. Los asistentes, que coparon la espacio, asistieron con entusiasmo a las reflexiones de la autora sobre haber escrito una novela de iniciación y haber investido parte de su historia personal en ella.

“Cuando uno escribe también está haciendo un acto amoroso de descubrimiento, donde la lengua va descubriendo. La literatura es una gran fuente de sentido. La ficción es casi lo único que tenemos para soportar la realidad, para entenderla, para quererla, para condenarla”, expresó Hopenhayn. Sobre el regreso de la Feria a Rosario, opinó: “Es una fiesta. Me encanta que las personas y los libros se mezclen y casi no se distingan”.

Mientras tanto, los visitantes llenaron los stands de forma constante en todos los pisos. En el segundo nivel, en torno al puesto de Mal de Archivo, un tío comprometido con comprarle un libro a su sobrino le consultaba al niño si le interesaba leer algo de ciencia ficción. “¿Qué es la ciencia ficción?”, respondió, dando lugar a una larga charla y un encuentro con varios libros a modo ejemplo. En tanto, un padre curioso, maravillado por algunos títulos y ediciones, le contaba a su hija cómo en esa librería suelen conseguirse ejemplares “difíciles”.

Una particularidad de la tercera jornada fue la agitada actividad que tuvo la Sala F que en los días previos había funcionado como espacio de lectura libre para chicos y grandes. Esta vez, el lugar ubicado en el segundo piso del Fontanarrosa estuvo plagado de eventos. Primero, Silvina Rocha leyó fragmentos de López, Mateo y su gato. Más tarde, Cintia Roberts y Paula Fernández presentaron su libro Nidos que arrullan ante un público atento y curioso que también disfrutó de las canciones de Claudia Bertolini y Julieta Demagistris, quienes desplegaron una batería de instrumentos musicales.

Por último, el rosarino Daniel Feliu presentó de forma perfomática y entretenida su libro García Lorca, el duende en Rosario, acompañando su homenaje por los 120 años del nacimiento del emblemático escritor español con una intervención teatral a cargo del Grupo Festiva Farándula Lorquiana. La Sala F despidió la jornada convertida en un pequeño teatro, sumando butacas repletas de interesados.

La actividad de cierre tuvo lugar en la Sala G, donde el escritor y periodista rosarino Pablo Makovsky coordinó una entrevista abierta a la reconocida escritora Hebe Uhart ante un público numeroso y participativo que se dispuso a hacer todo tipo de preguntas a la autora. “Escribir es una artesanía, se va aprendiendo con el tiempo. No se puede escribir bajo los efectos de la ira, del rencor, del temor ni del amor. Ni tampoco demasiado exaltado ni deprimido. Siempre a media rienda”, expresó Uhart ante el auditorio colmado.

El domingo promete cerrar el fin de semana con todo. Anticipando recibir nuevamente a miles de visitantes, la agenda se presenta nuevamente llena de imperdibles.

La programación completa de la Feria del Libro puede consultarse en rosario.gob.ar y seguirse por  Facebook, en Twitter a través de @FeriaLibroRos y en Instagram como @ferialibroros.