“Definir la felicidad es un tema complejo, pero todos sabemos si somos felices o no”, responde la socióloga Marita Carballo a la hora de explicar por qué es posible mesurar la felicidad de un país.

A partir de la articulación de un abordaje interdisciplinario, la también presidenta de la Consultora Voices vuelca en su libro La felicidad de las naciones. Claves para un mundo mejor (Sudamericana) datos y experiencias que permiten asomar al “cómo”.

Además, la autora avanza en estrategias que basadas en las conclusiones de estudios planetarios y regionales, permiten avanzar hacia el bienestar colectivo.

Para ello, resulta clave entender que la felicidad de la que se habla en el ensayo trasciende el sentir individual: se plantea como un concepto dinámico que “puede ser influido por las políticas sociales”.

Ahora, si la felicidad, en un sentido general, es mesurable, ¿cuáles son las herramientas?

Tanto en el libro como en la entrevista con Rosario3.com, la ex presidenta y CEO de Gallup Argentina, enumera entre las mismas a los lazos familiares y de amistad –“entendidos como «a quién recurrir»”–, la salud –“tanto la física como la psicológica”–, el ingreso, la libertad –“sentir que tenemos control sobre nuestras vidas”–, la religiosidad –“aunque la religión no resulte imprescindible para ser feliz”–, y el trabajo –“no sólo en términos de remuneración sino que permita realizarme”–.

A todas estas variables, quien es la primera mujer en integrar como académica de número la Academia Nacional de Ciencias Morales y Política, suma “la confianza en el otro”, un aspecto que pese a la ingerencia en otros países, “no aparece correlacionado en Argentina y América Latina”.

“Las personas ven a al otro como un aliado y no como un enemigo tienden a ser más felices –abunda Carballo– mientras que nosotros (Argentina) nos encerramos en familiares y amigos y allí resolvemos nuestros problemas”.

Para la socióloga, la posibilidad de abrir ese círculo está relacionada con la chance de pensar en “un país más feliz, basado en el desarrollo sustentable y la ley”.

Y, si bien reconoce que los quiebres institucionales que marcan la historia nacional han influido a la hora de alentar la mutualidad a la que alude como variable ausente en los relevos regionales, Carballo advierte que “el cambio está en nosotros como sociedad”.

En esa senda, La felicidad de las naciones –prologado por Luis Moreno Ocampo, fiscal general de la Corte penal Internacional y fiscal adjunto del Juicio a las Juntas  Militares, y Ronald Ingelhart, fundador de la Encuesta Mundial de Valores (WVS)– cierra con dos capítulos dedicados a las políticas públicas y cómo estas pueden incidir de un modo positivo.

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Marita Carballo, presidenta de Consultora Voices.