Una modelo austríaca de 20 años, que vive en Londres, dio indicios a través del relato de una historia personal de una red de prostitución vip que se mueve alrededor del mundo de la moda internacionbal.

Jazz Egger se enfrentó a una propuesta de carácter sexual tras conocer en verano pasado en un club a un hombre que le pareció “encantador y amigable” que le pidió su número de móvil para “posibles relaciones de negocios”.

Poco después de ese primer encuentro el hombre le hizo la primera oferta: ir de viaje a Grecia para pasar un rato en un yate con tres millonarios por “miles de libras esterlinas”. Rechazó la invitación.

Luego Egger recibió una oferta de otro hombre que, según descubrió posteriormente, consiguió su número a través del primero. Le ofreció hasta 1.000 libras esterlinas por pasar tres horas en una fiesta en un club.

Entre otras ofertas que recibió la modelo, la que más le indignó fue la de cenar con un "actor famoso" de origen iraní por 2.000 libras esterlinas pero con el requisito de tener que mantener después un episodio de "intimidad natural".

“¡Soy una modelo y no una escort!”, contestó la joven. El hombre, sin embargo, prosiguió con sus intentos de convencer a la modelo y la aseguró de que "muchas top models llevan mucho tiempo haciendo estas cosas".

Al explicarle a Egger "cómo funciona la industria de la moda", el hombre mencionó los nombres de varias modelos famosas involucradas en el lado oscuro del negocio y también una de las agencias más grandes y reconocidas.

“Tu éxito en la industria creativa no debería determinarse por las personas con quien te acuestes”, sostiene Egger, cuya historia fue publicada a finales de agosto en el portal Your Tango.

“Como pueden ver, ser una modelo y una prostituta está más entrelazado de lo que podrían pensar”, resume Egger, quien concluye que la industria de la moda “es una industria oscura con muchos secretos tenebrosos de los que la mayoría nunca se percatará”.