El actor estadounidense Morgan Freeman volvió a manifestar su inocencia ante las denuncias conocidas en los últimos días por ocho mujeres sobre abusos sexuales. Afirmó que se siente “devastado” ante la posibilidad de que su labor quede “desvirtuada” por estas imputaciones.

“Pedí perdón el jueves y continuaré pidiendo perdón a cualquiera que haya podido molestar, aunque fuera involuntariamente”, dijo el artista de 80 años en un comunicado difundido hoy por medios estadounidenses.

“Pero también quiero ser claro: no creé entornos de trabajo inseguros. No agredí a mujeres. No ofrecí trabajos o ascensos a cambio de sexo. Y cualquier insinuación de que lo hice es completamente falsa”, agregó.

“Todas las víctimas de agresiones y acoso merecen ser escuchadas. Y necesitamos escucharlas. Pero no está bien equiparar horribles incidentes de agresión sexual con piropos o humor inapropiados”, opinó.

Las denuncias contra Freeman se iniciaron en la cadena CNN en donde se publicaron los dichos de ocho mujeres que trabajaron con el actor en las películas “Un golpe con estilo”, junto a Michael Caine y Alan Arkin, y en “Nada es lo que parece”.

Según diversos relatos, el acusado solía realizaron comentarios sobre la figura y la vestimenta de estas mujeres, como así también intentaba tocarlas o levantarles la falda.

Todas ellas afirmaron que no hicieron públicas sus denuncias en el momento por miedo a perder sus puestos de trabajo.

“Cualquiera que me conoce o que ha trabajado conmigo sabe que no soy alguien que ofenda intencionadamente o haga sentirse mal a los demás a propósito”, se había defendido el actor el jueves, tras conocerse las acusaciones.