Salsipuedes (Historias de rock argentino) es un libro de estructura coral en el que “hablan” los entrevistados –una suerte de selección del género entre paréntesis– y el autor, Marcelo Rodríguez, más conocido como Gillespi.

Las casi 400 páginas del título intercalan los textuales de una docena de entrevistas radiales– Luis Alberto Spinetta, Charly García, Fito Páez, Gustavo Cerati, Roberto Pettinato, David Lebón y Litto Nebbia– con postales autobiográficas del trompetista.

A la costura de los registros ya citados –entrevista y bitácora– se suman las "notas al pie" (por llamarlas de algún modo) en las que el músico reseña aspectos de los shows, las escenas y otras historias que lo tuvieron como testigo, pero con la distancia propia del crítico.

“No quería hacer una autobiografía ni un libro de reportajes a músicos a secas. Creo que el desafío final fue combinar este tipo de contenidos y de alguna manera, como en una coctelera, mezclarlos”, explicó Gillespi a Rosario3.com.

"Tiene que ver con una especie de modalidad que empezaban a tener los músicos de ser reticentes a ir a la radio (y enumera al Indio Solari, a Andrés Calamaro, Luis Alberto Spinetta, Gustavo Cerati, Andres Ciro). Y me las ingenié para entrevistarlos igual, un poco amparándome en esa relación de músico y colega, y en el hecho de haber participado en proyectos juntos (…) Me di cuenta de que me gustaba esa situación: ir y conversar de bueyes perdidos sin ninguna temática en particular", contó el instrumentista sobre cómo surgieron las charlas domésticas que luego volcó en el libro.

Si bien esas entrevistas se emitieron en su programa de radio (Falso impostor, Rock & Pop) con la oferta de Editorial Planeta llegó la posibilidad de plasmar un “anhelado libro de rock” que lo tiene "orgulloso”.

Para Gillespi, la memoria "es como un ovillo de lana, tirás y empiezan a salir las cosas”. A esta dinámica se suma la citada estructura coral de Salsipuedes en la que “ellos (los músicos) hablan un montón de sus vidas”: “No es que yo le cuento al lector de mi boca. Hay diez o doce protagonistas que hablan de su propia vida”.

En el marco de la charla telefónica –y a propósito del dossier con fotos que aparecen en el libro– se coló la crítica al poco apego por el pasado y sus producciones culturales (cuestionamiento que va más allá del rock y que se extiende también a géneros como el folclore y el tango).

“Pienso en todo el material que se ha perdido. Cuando ves un documental y las filmaciones que hay, las fotografías; cómo está toda documentada la vida de un artista. Y después hacés el paralelismo y pensás en nuestro acervo cultural, en nuestra memoria gráfica o en las grabaciones de determinados artistas. No hay nada. (…) Pienso que es una lástima que la gente no haya guardado esas cosas, o no estén para compartirse”, avanzó.

“¡Qué sé yo! Hablamos de cincuenta años del rock y “La balsa”; y blablablá. Los discos de Los Gatos no están, no los podés conseguir. Y no están hace años. Salvo ahora que empezaron algunas reediciones en vinilo, pero en las que no están Los Gatos ni está Lito Nebbia. Y uno piensa en la cultura norteamericana, en cómo los tipos han conservado todo eso. Y que siguen saliendo ediciones especiales y cajas de Duke Ellington, Louis Armstrong, Mile Davis. Los chabones no pierden nada, al contrario, le van dando un valor mayor a medida que van pasando los años”, reflexionó Gillespi.

En este punto, y a instancias de su autor, Salsipuedes se presenta como un testimonio con aspiraciones y posibilidades concretas “de mantener vivo este rock que fue tan influyente”.

Salsipuedes (Historias de rock argentino) –editado por Planeta–, es el cuarto título del instrumentista y el segundo dedicado a la música: el primero fue Blow! (2008).

La entrevista con Rosario3.com

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