“Son diez cuentos urbanos y contemporáneos que abordan temáticas de personas que, podría decirse, pertenecen a la clase media”, explicó Violeta Gorodischer, autora de Sueños a 90 centavos, a Rosario3.com.

Recientemente editado por Seix Barral en su colección Biblioteca Breve, el título obtuvo el Premio del Fondo Nacional de las Artes en 2013

Las historias que lo integran son habitadas por mujeres, hombres, parejas, periodistas, artistas, un adulto mayor y hasta un adolescente; todos atravesados por conflictos cotidianos propios de un grupo social “con sus necesidades básica cubiertas”.

“Son diez cuentos urbanos y contemporáneos que abordan temáticas de personas que, podría decirse, pertenecen a la clase media”

Abordados con humor, los cuentos se presentan como narraciones visuales en las que abundan los anclajes escenográficos.

“Los conflictos son dependientes de esos entornos. Trabajo mucho por escenas”, abundó la autora, al tiempo que definió su modo de narrar como “una literatura tensionada en la que todo se va concentrando y, a veces se resuelve, otras queda es suspenso (…) Son instantáneas de la clase media”.

La también Licenciada el Letras reveló en el diálogo telefónico que el desafío previo fue “no narrar en una primera persona autorreferencial, sino multiplicarse en distintos personajes muy diferentes a mí”.

“La intención era plasmar la vida cotidiana en todos sus aspectos. Y el erotismo es una faceta más de la vida. Es algo que le da un vuelo a los personajes y a la historia en sí”

Sobre la elección de Sueños a 90 centavos –uno de los cuentos– como título, Gorodischer señaló: “Me pareció un poco poético, un poco kitsch y poco representativo de todos (los personajes), en el sentido de que buscan sueños devaluados que nunca están al precio correcto, que nunca son alcanzados. Es como que están detrás de algo y ese algo nunca llega en la totalidad”.

El erotismo, las neurosis y el cuerpo

En algunas reseñas, se hizo hincapié en una supuesta “carga erótica” de los relatos. Al ser consultada al respecto, la escritora y periodista se inclinó por la sorpresa.

“La intención era plasmar la vida cotidiana en todos sus aspectos. Y el erotismo es una faceta más de la vida. Es algo que le da un vuelo a los personajes y a la historia en sí”, aseguró.

Si bien en los cuentos de Sueños esa lupa puesta en los conflictos hace que los mandatos sociales afloren como capturas de situación, “Mamushkas” ofrece una polaroid de cómo tallan estos últimos en la mujer y, particularmente, en el cuerpo.

En ese relato, una mujer cercana a los cuarenta se interroga sobre una eventual “maternidad”. A partir de la pregunta de Helena en torno a su deseo, el cuento visibiliza ciertos “micromachismos que no pasan por la violencia extrema, sino que son cotidianos y que atraviesan a mujeres de esos estratos sociales (…) Por ejemplo, cómo articular la maternidad con una carrera exitosa”. O si se tiene empleada doméstica.

La entrevista

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