La venganza será terrible, el programa que conduce Alejandro Dolina, se emitirá este viernes y sábado, a las 21.30, desde el teatro El Círculo, Laprida y Mendoza.

El ciclo, que acusa 30 años en la medianoche y algunas mudanzas por radios porteñas, se asume en un espíritu itinerante que hace que unas cinco veces al mes se desarrolle e. diferentes localidades argentinas, y también fronteras afuera.

Un estudio, un teatro, un auditorio se organizan como un estudio posible para que “la venganza” se consume.

“Creo que es un programa que, en su momento, ha venido a romper con algunas reglas y a reinstaurar otras que habían caído en desuso como, por ejemplo, la presencia de público en el estudio. Eso, más teatralidad que tiene el programa, lo alejan un poco del clasicismo radial”, explicó el escritor y conductor Alejandro Dolina, en diálogo con Rosario3.com.

Si bien la charla giró en torno a la dinámica del ciclo –“se parece a sus conductores”–, el músico y compositor arrojó alguna idea sobre qué encierra la comunicación –“es nuestro destino humano escuchar otra cosa que no es lo que se nos está diciendo”– y sobre los cambios que sobrevinieron tras la asunción de Mauricio Macri –“es una administración liberal que a algunas personas les gusta y para otras es una pesadilla”–.

“Es un programa más dionisiaco que apolíneo, romántico y un poco desordenado (...) Diría que se parece a sus conductores. No hay manera económica de describirlo sin menoscabarlo. La única manera de describir el programa es haciéndolo”, abundó el "ladero" del maestro Arnaldo Carlos Gancé, más conocido como “el Sordo”.

“Creo que esto sí debe figurar en la descripción el programa: tiene largos espacios que no son sino esperas del público y nuestras, a que aparezca alguna idea interesante”, abundó.

En esa espera hay matices. Para Dolina, el programa tiene “un altísimo porcentaje de improvisación” aunque, apuntó, ésta tiene “sus rigores”.

"El programa tiene largos espacios que no son sino esperas del público y nuestras a que aparezca alguna idea interesante"

“No está preparado en cuanto a las formas que asumirá, pero sí está preparado porque nosotros estamos adiestrados desde hace varios años para obtener algún beneficio artístico de ese patrón. Este programa se parece mucho al arte de los payadores, que improvisan. Pero si es que improvisan, ¿cómo se da cuenta la gente si el payador falla? Es porque hay unas reglas”, aseveró.

Al ser consultado sobre si hubo algún momento en particular en el que le haya resultado más complejo sostener esta apuesta que se demuestra “andando”, el autor de Crónicas del Ángel Gris fue por la afirmativa.

“Sí, hubo momentos complejos que coinciden con las dificultades de la radio como medio, más que con dificultades nuestras; dificultades hijas de los problemas del país. Recuerdo, el año siguiente a la crisis del 2001. Nosotros (el plural incluye a Guillermo Stronatti) trabajamos prácticamente gratis”, rememoró.

La venganza no sólo se presenta en localidades argentinas, sino que también ha tenido experiencias exitosas en otros países como Uruguay (en la última semana de febrero, el ciclo colmó dos noches el teatro Sodre, de Montevideo) y España, por citar dos experiencias.

"Es nuestro destino humano escuchar otra cosa que no es lo que se nos está diciendo"

—¿Y cuál es la dinámica de un eventual “contrato de escucha” en otro contexto, como España, por ejemplo?

—“Yo escucho programas españoles y no tengo muchas dificultades. Y lo que no entiendo, lo conjeturo. Y lo que a pesar de conjeturar, interpreto mal, bueno, me quedo con esa interpretación mala. La comunicación tiene muchas lagunas, muchos agujeros negros y, en general, es nuestro destino humano escuchar otra cosa que no es lo que se nos está diciendo. Aún así nos entendemos. O podemos imaginar que nos entendemos”.

El cambio de signo político también se coló en la charla, como así también los primeros casi tres meses de la gestión de Mauricio Macri.

“La evalúo como consecuente con los intereses que esa agrupación política defiende y con las ideas políticas que la defensa de esos intereses presupone. No hay sorpresas. Es una administración liberal que a algunas personas les gusta –tanto es así que lo han consagrado– y que para otras es una pesadilla”, explicó el autor de Cartas marcadas.

—A esta altura, creés que la venganza será terrible entra en la categoría de clásico?

—Son clásicas las obras que están en algún canon. Y cómo se consagra un canon es siempre motivo de discusión. Pero cabe pensar en un canon tan hospitalario como para albergar este programa.

Acompañan a Alejandro Dolina en La venganza será terrible Patricio Barton y Guillespi; la producción es de Diego Tomasi; el sonidista es Miguel Vincent; y los operadores son Andrés Igor Polakow y Omar Suárez.