Central se armó para pelear este semestre en los dos frentes en que compite y por eso para los canallas este partido tiene una mayor trascendencia que la habitual. Ocurre que a falta de cinco fechas y con cuatro equipos por encima en la tabla, el margen de error para los de Chacho es casi cero. Un nuevo tropiezo lo dejaría virtualmente afuera de la pelea. Un buen resultado, en cambio, serviría como envión anímico para afrontar la recta final con buenas perspectivas. 

Analizando el momento actual puede deducirse que Central no llega bien al clásico. Al menos no como le gustaría llegar. No sólo por la última derrota en el Bajo Flores ante San Lorenzo, sino también por el pronunciado declive en el torneo local en las últimas fechas (a partir de la jornada 6 fue el equipo que menos sumó de su grupo) y por ausencias significativas: la de Pinola, confirmada, por suspensión, y quizás también las de Álvarez (lesionado) y Larrondo, quien ya está repuesto de su operación de meniscos pero lleva 40 días sin fútbol y difícilmente pueda estar de arranque. 

Al margen de estos puntos en contra y del hecho de ser visitante, que también puede suscribirse en esa columna, hay un par de aspectos positivos fundamentales que Central debe hacer valer si quiere salir victorioso del Parque: la tremenda racha a su favor que ostenta en clásicos y que suele pesarle al jugador rojinegro y el hecho de tener un equipo más balanceado y sólido que Newell's (el andar de cada uno en el semestre así lo ratifica).

Si logra hacer prevalecer eso, las chances de victoria crecen. Y sólo así, con una victoria, podrá lograr ese objetivo de pelear hasta el final en los dos frentes. Equipo para eso tiene.