La presencia del secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, en la Cámara de Diputados no aportó este lunes la información suficiente para despejar todas las dudas sobre cómo será el futuro para el negocio del biocombustible, que tiene en Santa Fe muchas plantas operando.

Es que a 50 días de que se venza el régimen de biocombustibles, un sistema regulado estatalmente que permitió el armado de un entramado de industrias pyme que le venden biodiesel y bioetanol a las petroleras para el corte obligatorio en el gasoil y la nafta, el gobierno sigue sin mostrar sus cartas ya que, contra lo esperado, Martínez no presentó ni el borrador de un proyecto de ley que le tome la postal al actual régimen.

Es más, ni siquiera hay un proyecto oficial presentado y sólo circulo (y de manera restringida) un borrador o esbozo de nueva ley elaborado por diputados del Frente Para la Victoria, que parece estar en línea con los trazos gruesos de las ideas del gobierno, pero que el secretario, al menos durante la exposición, tampoco hizo suyo.Y también generó fuerte rechazo porque baja al 50% el corte de biodiesel para el gasoil, si bien mantiene el esquema de mercado regulado en cupo y precios en favor de las pymes.

¿Qué ocurre con el biodiesel? Entre 2017 y 2019 las industrias del sector, juntos con los gobiernos provinciales trabajaron para armar un proyecto de ley que, sobre la base del actual régimen, sea superador al esquema vigente. Pero como el nuevo gobierno lo envió al freezer, el temor era que al vencerse el régimen se caiga la regulación.

Fue así que se activo un lobby intenso de empresarios y provincias por la prórroga de la ley vigente. En ese marco, la senadora santafesina María de los Ángeles Sacnun, presentó un proyecto de prórroga hasta 2024 que permitiría tener tiempo suficiente para elaborar un nuevo régimen tras los 15 años de vigencia del actual, iniciativa que a mediados del año pasado que fue aprobada por unanimidad en la Cámara alta bajo la mirada de Cristina.

Pero, contra todo lo pronosticado por el impulso oficial inicial que tenía la prórroga, en la Cámara de Diputados su sanción se demoró y luego el gobierno nacional dejó en claro que no ve con buenos ojos la prórroga y que pretende una nueva ley que se empezó a esbozar bajo la mirada de Máximo Kirchner.

Y el problema para los industriales, sobre todo para las empresas nacionales no integradas a las aceiteras multinacionales, es que el gobierno remueva las regulaciones que le permitieron mantenerse en pie ante la competencia con firmas extranjeras en un negocio en el que los compradores son un concentrado puñado de petroleras. ¿Por qué haría eso el gobierno? La idea de desregular es para que las multinacionales puedan vender más barato el biodiesel a las petroleras desinflando así la presión sobre los precios en el surtidor, sobre todo ahora que la inflación no cede y el precio del aceite de soja (materia primad el biodiesel) sigue muy alto. También quiere eliminar beneficios fiscales en su búsqueda de reducir el déficit fiscal.

La exposición, entonces, del Secretario de Energía en la comisión de Energía de Diputados, presidida por Omar Chafi Felix, era esperada para conocer el proyecto oficial, sobre todo porque el tiempo apremia, y también le daba la chance al conglomerado de entidades empresarias para pronunciarse ante los legisladores. Pero lo ocurrido, que se pudo seguir por el canal oficial de la Cámara baja, permitió ver en vivo y en directo el nivel de desconcierto reinante con pases de facturas de todo tipo entre legisladores, gobierno, oposición y empresas.

De movida, legisladores opositores se quejaron de que fue la primera reunión de la comisión en más de un año y que, a 50 días del vencimiento del régimen, es la primera vez que aparece en el temario oficial, ya que cuando el año pasado casi se le da sanción a la prórroga, los legisladores oficialistas lo intentaron hacer sobre tablas.

La palabra oficial

Con respecto a la exposición de Martínez, el secretario no presentó un proyecto concreto sobre cuál es el sistema que pretende el gobierno y tampoco trajo definiciones concretas, y las pocas que dejó su paso no abundaron en precisiones. El secretario no dijo abiertamente que se opone a la prórroga pero lo dio a entender al proponer avanzar en un nuevo esquema. Y de ese esquema no precisó mucho (más bien nada). En concreto, esto dijo: 

1) “Hay que ver qué no funcionó bien y armar un régimen mejor. Hubo meses en que las pymes tuvieron volumen nulo de producción”.

2) “Hay cambios con respecto al contexto internacional de 2006. Ahora hay otras variables en la transición energética mundial que también tiene en cuenta la electro movilidad y el hidrógeno verde. Además, tomar al gas como combustible de transición es un dato distinto al que teníamos en 2006.  Y también hay que tener en cuenta que el gobierno tomó la decisión de desarrolla Vaca Muerta, algo que no estaba en discusión en 2006”.

3)“Sobre la mejora ambiental del biodiesel, si medimos por unidad calórica, el biodiesel está por arriba del GNC y el GLP. En 20 años poner en marcha un motor a combustible será visto de reojo como lo es hoy encender un cigarrillo en una reunión en un ambiente cerrado”.

4) “El nuevo esquema debe tener una mirada actual en materia de transición energética, pero además debe proteger a las pymes, el empleo y el impacto social del agregado de valor en origen. El nuevo régimen debe concentrarse en nuevas prioridades”.

5) “Lamentamos cómo se judicializó el régimen. Nos complicó y desvirtuó la normativa que vence en mayo. La nueva ley nos debe hacer salir de la judicialización. Y nos debe brindar herramientas para que en una situación de aumentos de costos, como ocurrió en el pasado reciente, no quede el corte en 0 y se paralicen las plantas".

6)“También hay que entender que son diferentes los mercados de maíz, soja y caña. Hay que contemplarlo con medidas diferentes”.

7) “El régimen debe distinguir las grandes empresas integradas de las pymes no integradas para cuidarlas con cupo y precio regulado. Pero por arriba de ese cupo hay que ir pensando en una libre competencia. El nuevo esquema tiene la obligación de tener en cuenta la protección de aquellos que en 15 años no alcanzaron a desarrollarse. Vamos a seguir defendiendo a las pymes”.

El proyecto de Máximo Kirchner

Sin proyecto oficial sobre la mesa, fueron los diputados santafesinos del Frente de Todos, Germán Martínez y, sobre todo, Marcos Cleri, los que señalaron que “está en conversación y elaboración” un proyecto de ley “que se presentará cuando tenga un fuerte consenso legislativo”. Y ambos diputados aseguraron que “no hay que tenerle miedo a legislar con poco tiempo” insistiendo con que tienen margen para que lo apruebe Diputados y Senadores antes del 12 de mayo cuando vence el actual sistema.

El borrador en cuestión empezó a circular recién ayer sólo entre algunos legisladores oficialistas y algunas entidades empresarias. Rosario3 lo obtuvo y de sus 9 páginas se desprende que estuvo hecho con poco tiempo (hasta con algunas inconsistencias en la sintaxis) y sin abundantes dictámenes jurídicos y económicos y documentación de legislación comparada, como el que recogía el proyecto elaborado inicialmente por industriales y provincias de la bautizada “liga bioenergética” que el gobierno desechó. Lo cierto es que entre las pocas entidades a las que se le circularon el borrador estuvieron quienes lo rechazaron (los más pesimistas) y quienes lo calificaron de “puntapié inicial para mejorarlo mucho” (los más optimistas). Ahora bien: ¿qué es lo que propone?

1) El corte del biodiesel con el gasoil baja del 10% al 5% pudiéndolo bajar al 3% si el precio del bio sube mucho

2) Las petroleras deberán adquirir la totalidad del cupo a las pymes (capitales argentinos y con una producción anual que no exceda las 50.000 toneladas)

3) El precio será regulado por el Estado, y cuando represente una suba de costos mayor a la esperada se bajará la exigencia del porcentaje de corte.

4) Las petroleras podrán comprar libremente por encima del cupo.

5) Se eliminan los beneficios fiscales que hoy tiene (devolución anticipada de IVA o la amortización acelerada para el impuesto a las Ganancias para nuevas plantas) quedando el cupo fiscal total de los beneficios promocionales se fijará anualmente en la respectiva ley de Presupuesto para la Administración Nacional y será distribuido por el Poder Ejecutivo nacional priorizando pymes, inversiones y regiones.

De la lectura de sus  principales características, el proyecto del Frente para Todos busca, a pedir de las pymes, mantener la regulación (asegurando la supervivencia de las pymes al no dejar a las multis competir por el cupo obligatorio para el corte con el gasoil) pero le quita presión a los precios en el surtidor al bajar un 50% el volumen a comprar (a pedir del gobierno y petroleras). Además le quita costo fiscal, como quiere el Ministerio de Economía. 

La oposición prefiere la prórroga

“Hace una hora y media que estamos discutiendo sobre un presunto proyecto que no se presentó. ¿Alguien tiene el borrador? ¿Existe? ¿Hablan de un proyecto que se está conversando y que saldrá por consenso pero que todavía no mostraron”, se quejó visiblemente ofuscada la diputada radical mendocina Jimena Latorre.

Por su parte, el diputado neuquino David Schlereth se quejó de que “lo que en principio se había convocado domo una reunión informativa para tratar si aprobamos la prórroga que sancionó el Senado se convirtió sin avisarnos en una discusión más profunda sobre una nueva ley”.

Todos los legisladores de la oposición coincidieron en oponerse a discutir una nueva ley a las apuradas y cuando hay muchas cosas en el aire y advirtieron la mala señal institucional que eso significaría. “Hay que salir de este estado de adrenalina que le está imprimiendo por el apuro”, dijo el diputado Fabio Quetglas.

Fue así que todos se inclinaron por una prórroga, algunos hasta el 2024 –como dice el proyecto del Senado-y otra que, vía decreto presidencial, la extienda hasta fin de año. Como sea, exigen más tiempo para debatir un nuevo régimen por toda la complejidad que eso significa.

Queda claro que a los diputados oficialistas les costará juntar los votos para aprobar una nueva ley que, incluso, llegue al Senado con visto bueno. En tanto, si se aprueba una prórroga, al Poder Ejecutivo tampoco le será fácil vetarla cuando viene por unanimidad de la Cámara alta. La llave política, para hacerlo, tendrá que ser –entonces- el visto bueno de Cristina.

Argumentos empresarios

Federico Pucciarello y Juan Facciano, de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer), fueron los referentes empresarios más contemplativos con el borrador oficial. A diferencia del resto de los empresarios que dijeron claramente que querían la prórroga (larga o corta), ellos no se pronunciaron ni a favor ni en contra de la extensión, sino que ratificaron la necesidad de que haya una nueva ley, que garantice el trabajo y la supervivencia de la industria pyme, que impulse nuevas inversiones y la sustentabilidad ambiental.

Es más, resaltaron positivamente que ahora ya no se discute “prórroga sí o prorroga no” sino que se debate “prórroga o nueva ley”. También destacaron apoyos oficiales, de gobernantes y legisladores. “Esperamos que la ley avance, porque la normativa –que fue exitosa- necesita aggionarse, y que avance en base al consenso con los privados y no se limite a la coyuntura”, dijo Pucciarello. Otros posicionamientos empresarios:

1) Luis Zubizarreta (Cámara de Biocombustibles): “Se necesita una prórroga para debatir una ley superadora. Se debe segmentar el mercado conviviendo un tramo regulado y una con mayor desregulación para la industria más grande y eficiente pueda mejorar la oferta de precios y no se discrimine a las empresas por invertir, ser más eficientes y vender a mejores precios. Bajar el corte va contra una tendencia mundial y contra el medioambiente”.

2) Juan Carlos Bojanich (Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles): “Debe haber una prórroga. El corte obligatorio lo tienen que abastecer las pymes. Y sólo si aumente la demanda, podría ser cubierta por las grandes empresas. La nueva ley deber garantizar que el precio cubra los gastos y la rentabilidad”.

3) Patrik Adam (Bio maíz): “Debe haber una prórroga inmediata para debatir seriamente. Y hay que subir cortes.

4) José Freijoo (Centro Azucarero Argentino): “Hay que ir a una prórroga. Las políticas ambientales no pueden ir para atrás sino para adelante. El sector no recibe subsidios. No pagamos el impuesto a los combustibles fósiles porque no nos corresponde. Sería como que nos imputen no pagar el impuesto a los cigarrillos. Tiene que seguir el segmento regulado con precio regulado porque sólo hay 3 compradores y 20 productores de bioetanol”.

5) Hilarion de Olmo (Cámara Panamericana de Biocombustibles): “Desde la entrada de vigencia de la ley, hace 15 años, el biodiesel subió de precio 21 veces y el gasoil 30 veces por lo que es una falacia decir que es el artífice de los aumentos en el surtidor. Quejarse de que hubo en el último tiempo volumen cero de las pymes es no reconocer que los precios regulados no cubrían los costos. Si se sanciona una nueva ley, aumentará la judicialización. Se necesita tiempo para discutir propuesta superadora y a nadie en el mundo se le ocurre hoy bajar el corte de biocombustibles”.

6) Tomás Larda (Cámara de Empresas Pymes Regionales Elaboradoras de Biocombustibles): “Apoyamos que haya prórroga. Desconocemos el proyecto. Vimos esbozos. Tenemos mucho para aportar. No podemos apoyar algo que no vimos. Y se necesita tiempo para lograr consensos. Sostenemos que se debe mantener el sistema de cupos y precios regulados”.