El cierre de las exportaciones de carne por 30 días que dispuso el lunes el gobierno nacional impacta de lleno en en la economía santafesina. Tan fuerte es el impacto que el gobernador Omar Perotti salió a criticar este martes la medida, cuando hasta ahora la Casa Gris siempre jugó en línea con las líneas que bajan desde Nación. En tanto, la Mesa de Enlace convocó este martes a un paro por 8 días desde el jueves próximo.

Santa Fe es la principal provincia exportadora de carne del país. El año pasado, que tuvo un gran año en exportación de carne, despachó el 44% del volumen vendido al exterior. Ocurre que en la provincia están instalados 33 frigoríficos, de los cuáles 10 son plantas dedicadas a la exportación. 

En la provincia están radicados los principales grupos empresarios internacionales del negocio, y se trata de un sector que emplea mano de obra de manera intensiva y con gran incidencia económica en muchas localidades del interior santafesino. 

Además, es la segunda provincia con más cabezas de ganados, sólo superada por Buenos Aires. En concreto, cuenta con 10,5 % del stock bovino nacional, un 17 % de participación en la faena argentina.

Semejante incidencia del sector en la economía de Santa Fe demandará un posicionamiento del gobierno provincial, sobre todo cuando el mal humor se disparó en el campo tras los anuncios. 

¿Qué dice la Provincia?

Tanto el ministro de Producción de Santa Fe, Daniel Costamagna, que es productor agropecuario, como el secretario de Ganadería, Víctor Torelli, quien fuera el gerente general del frigorífico Mattievich, miran con ceño fruncido la medida y, por el contrario, saben que genera todo tipo de distorsiones financieras en la cadena. Pero desde el lunes a la noche desde el Ministerio están pidiendo tiempo a la prensa antes de salir a contestar.

Es que el gobierno provincial le viene poniendo el hombro a las medidas que toma la Casa Rosada, tanto sanitarias como económicas, y por eso deben calcular cada paso. No obstante, esta martes por la mañana desde la Casa Gris estuvieron haciendo correr el anticipo de que en el transcurso del día el gobernador Perotti se pronunciaría en contra del cepo exportador, lo que sería todo una novedad política.

Y finalmente, hacia media mañana el gobernador Omar Perotti salió, vía twitter, salió a criticar la medida y a desmarcarse de la Casa Rosada. "La solución es aumentar la producción y no cerrar las exportaciones. Tenemos las condiciones para abastecer el mercado interno y externo, manteniendo la posibilidad de exportar nuestros productos al mundo", señaló. "En Santa Fe, la ganadería genera trabajo, inversiones y tiene un inmenso potencial. Los cambios en las reglas de juego, con soluciones que no funcionan, sólo perjudican el futuro de la actividad que tanto nos brinda a los santafesinos", resaltó el gobernador.

El temor, claro está, es que si el cepo continúa se frene el proceso de inversiones, de todos los tamaños, que estaban haciendo los frigoríficos en la provincia. Y además hay incertidumbre por los puestos laborales en la plantas que se dedican en exclusiva a ese negocio. Por caso, en diciembre Coto había concretado un desembolso de 20 millones para reinaugurar el frigorífico rosarino Fricop para exportar a Dubai y Shangai.

Chacareros van al paro por 8 días

Los sectores ruralistas ya se declararon el lunes en alerta y movilización y mantendrán por estar horas intensas reuniones para armar una frente común para responderle al gobierno. Por lo pronto, la Mesa de Enlace ya anunció esta mañana que convoca a un cese de comercialización de todas las categorías de hacienda vacuna desde las 0 hs del jueves 20 de mayo hasta las 24hs del viernes 28 de mayo. 

Es que sostienen que, tomando como experiencia lo ocurrido en anteriores intervenciones estatales en el mercado, el cepo terminará bajando el precio de la hacienda (al desaparecer la demanda exportadora) pero no se trasladará a una baja en los precios.

La medida -que, se prometió, será temporaria y se la toma luego de una suba de precios del 70% en un año- genera un perjuicio en los exportadores porque deberán afrontar un costo financiero por los incumplimientos en los embarques, sobre todo a China que insume el 70% de las ventas argentinas, y el rearmado de la cadena logística. 

Pero, si se extiende por más de 30 días, el temor entre ganaderos es que se repita lo ocurrido durante el gobierno de Cristina en el que los frigoríficos terminaban comprando barato la hacienda que, cuando el gobierno habilitaba los despachos, vendía luego al exterior en precios muy firme.

No en vano, hasta ahora la cámara que reúne a los principales exportadores, que es el consorcio ABC, no se pronunció en contra. Incluso, habían sido los propios grandes exportadores los que pidieron hace más de un mes que el gobierno tome medidas que saquen del juego a matarifes que estaban exportando (presuntamente por medio de subfacturaciones) pero que el campo tomó como un avance más del Estado que preanunciaba el cierre de exportaciones que finalmente se anunció este lunes.

Todo indica que el paraguas de 30 días que abrió el gobierno para preparar prometidas medidas que frenen los precios está llevando a que las provincias involucradas y los frigoríficos no salgan con los tapones de punta y apuesten a negociar un rumbo que no los termine afectando de manera permanente. En cambio, en el chacarero de base -y su dirigencia- la confianza con el gobierno está roto y ya se alistan para el conflicto.