“La estabilidad cambiaria llegó para quedarse”, aseguró este lunes al mediodía el vicepresidente del Banco Central, Sergio Woyecheszen, en su disertación ante empresarios y funcionarios municipales invitados por el Banco Municipal de Rosario.

El alto funcionario sostuvo que “se lograron pasar sin mayores sobresaltos los meses cambiarios más difíciles como son enero, febrero y marzo” ya que ahora empiezan a ingresar los dólares de la cosecha gruesa. Y aseguró que “la estabilidad lograda, con el Banco Central recomponiendo reservas, sacó a los pronósticos de disparada del dólar de las tapas de los diarios”. No obstante, se preocupó varias veces en resaltar que su pronóstico de estabilidad estaba atado a lo que ocurra con la crisis del coronavirus, ya que la pandemia puede volver a alterar todas las previsiones como ocurrió el año pasado. 

Woyecheszen le bajó los decibles a las protestas cada vez más reiteradas de sectores productivos por las trabas a las importaciones para frenar la salida de divisas. “Están los dólares para las importaciones y para los pagos de deudas corporativas en el extranjero que son aprobadas porque cumplen con los requisitos”, dijo y calificó como “de excepcionales” los casos sin resolver.

En su charla de algo más de una hora, el alto funcionario sostuvo que seguirán los tres pilares de la política actual de la entidad monetaria que son “continuar con la armonización de tasas de interés, que está lejos de haber terminado, seguir con la administración cambiaria y con medidas para preservar la estabilidad cambiaria”.

Previo a la chara, Woyecheszen estuvo reunido con el intendente Pablo Javkin y por la tarde mantendrá un encuentro con los directivos de la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe), entre otras reuniones agendadas en su paso por la ciudad.

En todo momento, el vicepresidente del Banco Central destacó la estabilidad lograda, resaltó la reducción de la brecha entre dólar oficial y paralelo, recalcó que la entidad está comprando reservas y que además ya no es la única que opera como compradora de dólares.

También relativizó que la compra de dólares que hace el Banco para tranquilizar la plaza cambiaria es aprovechada por fondos especulativos, vía operaciones bursátiles, para comprar dólares y llevárselos del país. “No es así. Los dólares se usaron para pagar importaciones o deudas corporativas con el exterior como lo hizo el Estado para pagar deuda soberana”, aseguró el funcionario.

“La comparación con septiembre octubre del año pasado nos arroja una buena foto”, enfatizó. Y si bien reconoció que “la estabilidad es la mejor política que hoy se puede pedir al Banco Central”, señaló que “es condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo”.

En efecto, Woyecheszen se paró sobre la estabilidad lograda –sin hace alusión a cuánto influyeron para que se pare la corrida hacia el billete verde las restricciones cambiarias a particulares y empresas- para llamar al debate sobre las políticas necesarias para el desarrollo.

En ese sentido, habló de las “tensiones de la demanda” que está generando la incipiente recuperación industrial y resaltó que en la historia argentina por cada punto de recuperación del PBI suben cuatro puntos la demanda de importaciones y eso genera fuerte tensiones cambiarias. “Hay que darle densidad al tejido productivo para que la salida o sean las devaluaciones o la toma masiva de deuda”, resaltó insistiendo en que la salida para terminar con los ciclos de caída económica argentina producto de falta de divisas pasan por el incentivar el fortalecimiento de las capacidades productivas empresarias para superar ese ahogo de dólares que se genera en tiempos de fuerte suba del consumo del mercado interno.

El economista remarcó la necesidad de transitar ese camino para evitar las recurrentes caídas porque aseguró que “la salida de la crisis deja al país con un mayor grado de pobreza y desigualdad”.

Finalmente, el vicepresidente del Banco Central llamó a no validar las recetas de shocks macroeconómicos y fiscales abruptos para frenar la inflación, estabilizar las cuentas fiscales y lograr un equilibrio cambiario.

Esto es paso a paso. No hay magia. Quedó demostrado que los dólares que no podemos conseguir genuinamente no hay que buscarlos tomando deuda en corto porque eso termina en un desastre. La reconstrucción es gradual. Y nuestro compromiso es seguir llevando la política cambiaria como la fuimos llevando desde septiembre hasta esta parte. En Brasil la gente piensa en reales porque hace 27 o 28 años en los que la tasa de interés le gana al tipo de cambio. Es algo que no se consigue de la noche a la mañana o que puede hacer un gobierno en un año”, concluyó el alto funcionario.