1) ¿Quién va a ir adonde estaba Falabella? El tema puede haber salió de las primeras páginas de la prensa, pero hay novedades sobre el futuro de la esquina de Sarmiento y Córdoba. Resulta que al mismo tiempo de que la propuesta de un pool de empresarios rosarinos le sigue buscando la vuelta para avanzar, los administradores del fideicomiso que controla el tradicional inmueble recibieron un sondeo de parte de una importante cadena. No trascendió, a menos hasta ahora, la identidad de la empresa que sobrevuela la ex Favorita, salvo que no es de rosarina. Igual, a no entusiasmare, porque todavía debe pasar mucha agua bajo el puente porque las conversaciones están recién en modo "sondeo" (muy incipientes), pero resultó ser la primera señal firme que recibió la familia García desde que se fueron los chilenos. Y, vale la pena aclararlo, alquilarle el inmueble a una cadena de gran porte, como lo fue Falabella, es el formato que más le gusta a los dueños. Y no sólo a ellos, ya que la llegada de un nuevo jugador significaría ampliar la oferta comercial del centro rosarino.

2) Salimos del sector comercial y vamos por el lado de la industria. Uno de los sectores que picó en punta en la recuperación de la economía argentina es el de maquinaria agrícola, una cluster que tiene como principal polo del país a la zona de Armstrong y Las Parejas. Al ritmo de la demanda del agro, todas las fábricas tienen ventas comprometidas para todo el año y algunas hasta marzo próximo. Además, las plantas fabriles están trabajando a full. Y no sólo eso: todas están con inversiones para ampliar capacidades y sumar negocios. Pero hay un tema que desvela a algunos industriales: es que las fábricas que no pudieron stockearse con insumos, ven ahora un desfasaje entre el precio al que vendieron máquinas y el costo de fabricarlas. Es que una maquina que se vende hoy se fabrica dentro de tres meses. Y entonces los costos a la hora de producir no son los mismos que tienen a la hora de cerrar los precios. Uno de los problemas que tiene el sector (como todas la metalúrgicas) es la falta de insumos (por ejemplo plásticos y componente electrónicos), pero el inconveniente extra que padecen es que, por estar en la cadena del agro, muchos componentes están dolarizados y siguen subiendo en moneda dura. Es por eso que, a la hora de las cuentas finales, hay industrias que ya están viendo que el resultado financiero no mostrará tan buenos números como el que reportan el muy buen nivel de comercialización y fabricación que están teniendo. Y los bancos lo saben.

3) Vamos por el lado de la obra pública. Quienes siguen de cerca las marcha de las licitaciones provinciales vienen observando que los precios de las ofertas de las constructoras están mucho más en línea con los presupuestos oficiales de las obras que salen a licitarse contra lo que ocurría durante las administraciones socialistas. La brecha entre la mejor oferta y el presupuesto llegó a ser tan amplia en el pasado que el ex gobernador Miguel Lifschtiz hasta coqueteó con la idea de salir a buscar constructoras de otras provincias, un gesto que para la oposición justicialista fue "pour la galery". Esa brecha no tenía un resultado neutro para las finanza de la constructora ganadora. Todo lo contrario: era muy bienvenida ya que operaba como una suerte de financiamiento oficial para la constructora ganadora, siempre y cuando el gobierno no demorara los pagos. Que esa brecha hoy sea muy fina, precisamente, alteró las cuentas de algunas usuales contratistas de obra pública provinciales, y ese cambio no pasa despaercibido en los bancos que las financian. ¿Por qué el cambio? No aparece una explicación definitiva, pero en la Casa Gris hay satisfacción como ceños fruncidos entre algunos empresarios. 

4) Vuelta de página y saltamos al agro. Cuando hace casi 70 días, el gobierno nacional le puso un cepo a las exportaciones de carne (las redujo a la mitad) con el objetivo (no logrado) de bajar los precios, prometió la presentación de un plan ganadero para impulsar la actividad. En realidad, nadie le puso muchas fichas al plan del gobierno ya que poco se puede hacer para impulsar a la cadena si las exportaciones están pisadas. Las demoras en presentarlo reforzaban la sensación de "puro humo" que había del promocionado y no anunciado plan ganadero. Pero lo ocurrido la semana pasada terminó de calentar los ánimos. Resulta que el gobierno presentó "en secreto" el plan ganadero al Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), que tiene como líderes a las fábricas del agro (aceiteras, frigoríficos, molineros) con quien tiene una mejor relación, en vez de empezar por los actores de la cadena que están reunidos en la "Mesa de la Carne". Es más, y para terminar de embroncar a los chacareros, el adelanto que le hizo el jueves el propio ministro de Producción, Matías Kulfas, al CAA tuvo como interlocutores empresarios al presidente de la Cámara de la Industria Aceitera, Gustavo Idígoras, y al presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, José Martins, dos ejecutivos que no están vinculados al negocio ganadero. Semejante desplante generó renuncias a la Mesa de Carnes como forma de protesta ante el ninguneo del gobierno. "No puedo seguir acompañado estas gestiones", dijo Víctor Tonelli, el principal analistas ganadero al justificar su salida. Sobre el plan, que en las últimas horas empezó a circular, hay poco que decir: básicamente es un "purecito" de medidas que en el pasado fueron varias veces anunciadas pero nunca puestas en marcha por el costo fiscal.

5) Finalmente, el caso de la agrofinanciera defaulteada Guardati Torti (GYT) viene siendo protagonista de las conversaciones del ámbito bursátil. Por una lado, en el mercado le asigna a su frente judicial (el directorio está imputado por administración frauduleanta al desviar el saldo líquido de las cuentas de los ahorristas bursátiles para intentar tapar los agujeros de su negocio agrícola tras el estallido de Vicentín) la responsabilidad de los cambios que dispuso el jueves la CNV a la operatoria de la agencias bursátiles (les prohíbe operar en negocios no regulados por el ente, como el corretaje de granos); un cambio que alteró el esquema de negocios de al menos 27 grandes corredores de cereales. Pero también la empresa recibió un revés judicial luego de que el juez que lleva la convocatoria suspendiera una cautelar que originalmente le había otorgado para poder volver a operar en Bolsa luego de la apelación de la CNV. Y este último capítulo es el que disparó un comentario muy repetido este fin de semana. Es que la CNV se quejó de que vía una cautelar (y no una resolución de fondo a su problema), GYT quería volver a operar. Pero al mismo tiempo la CNV tiene suspendida de manera "transitoria" a GYT. Esto es: tampoco tomó una resolución de fondo. "¿Se puede tener un mercado serio si se maneja entre cautelares judiciales y medidas transitorias de CNV sin tomarse nunca resoluciones de fondo?", fue el interrogante planteado este finde en los quinchos bursátiles. Una CNV a la que, vale la pena recordar, no le saltó ninguna alerta temprana cuando GYT venía en picada.