“La industria regional tendrá un marco de complejidad para abastecerse de gas este invierno”. Así lo sostiene, en diálogo con Rosario3, Alberto Rosandi, titular de la consultora Eiys, especializada en servicios energéticos para el sector fabril.
El Enargas ya avaló una suba del 4 por ciento en las tarifas para pymes que no son grandes consumidoras y se abastecen a través del sistema regulado de las distribuidoras de servicios públicos, como Litoral Gas. El incremento es por el impacto de la suba del costo de transporte porque todavía no está definido el aumento del precio de la producción del gas, que tiene mayor impacto en la tarifa final que pagan los consumidores.
En cambio, es muy distinto es el escenario para las empresas que consumen gas de manera intensiva, tanto una pyme que puede demandar 10 mil m3 por día o una firma grande que necesita de 250 a 500 mil m3 diarios y que cierran contratos de abastecimiento anual o de mayor plazo. “En ese caso, las cotizaciones que están recibiendo las industrias de las productoras están un 40% por encima del año pasado con precios de 3.8 a 4.1 dólares el millón de BTU”, cuenta Rosandi.
Según el especialista, no se tratan de valores muy altos en términos históricos, pero el aumento es fuerte porque el año pasado, cuando hubo una gran oferta de gas y menor demanda de las industrias, el precio del insumo estuvo bajo. “Obviamente, a ninguna industria le hace gracia gastar un 40% más de un año para el otro”, aclara el consultor, asesor en el tema de la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe). Pero además, el riesgo es que el aumento del gas le ponga trabas al inicipiente proceso de recuperación que está atravesando la industria regional desde el último trimestre del año pasado.
Rosandi explica que la exploración y producción de gas es una industria de capital intensivo y que por eso necesita estabilidad y condiciones de rentabilidad para poner en marcha las inversiones necesarias para producir.
Además de la suba de precio que se ya se avizora, el consultor sumó que la complejidad para las industrias también vendrán por el lado del abastecimiento. "En mucho dependerá de que las temperaturas que se registren en el invierno", dijo.
“La realidad es que hay menos gas y hay que esperar un tiempo hasta que se reactive fuerte la actividad por la puesta en marcha del Plan Gas. Y al mismo tiempo hay más requerimiento y demanda de gas por la recuperación de la industria”, explica.
Según cuenta Rosandi, hay menos gas porque el año pasado, entre la cuarentena estricta y la crisis económica, hubo menos demanda y la cuenca neuqina, ante precios más bajos, redujo su producción. “Y volver a poner en funcionamiento la producción y retomar los niveles de oferta no es algo se logra apretando un botón”, grafica. Por el lado del gas que llega del norte, todavía no hay definiciones de los volúmenes y precios del insumo que se importará desde Bolivia.
Rosandi también contó que este invierno encuentra al sistema con un cambio en el modelo de operación. “Cammesa, que es la administradora mayorista del sistema eléctrico, ya aseguró volumen para las centrales de generación, para de esa forma consumir menos combustibles líquidos por su alto costo. Y demás el gobierno sale a garantizar el abastecimiento de la demanda residencial. En total, estamos hablando de 70 millones de metros cúbicos por día, por lo que la industria –sobre todo si el frío es intenso- tendrá un marco de complejidad para abastecerse”, dijo.
Mientras se normaliza la situación se va a utilizar GNC licuado de importación (con la vuelta de los barcos regasificadores frente a Bahía Blanca y Escobar), además de lo que se compre de Bolivia. Que ese abastecimiento importado sea fluido también dependerá de la disponibilidad de reservas de dólares que tenga el país.
“El escenario de hoy para la industria es de precios del gas en alza más un riesgo de restricciones para el invierno, al menos hasta que se reactive firme la producción como promueve el Plan Gas que lanzó el gobierno”, concluyó Rosandi.
