Casi que ya no sorprende, pero no deja de llamar la atención lo que ocurrió en las últimas 24 horas con la hidrovía. Porque si hay un tema en el que el gobierno nacional fue y vino varias veces es el de la hidrovía. Y no se trata de cualquier tema: es la principal obra de infraestructura logística del país por la que sale el grueso de la exportación.

¿Qué ocurrió ahora? El gobierno nacional quiere extender por tres meses más la concesión privada de la hidrovía, según confirmaron a Rosario3 altas fuentes del gobierno nacional. La alternativa de ir por una segunda prórroga por 90 días se conoce a 16 días del vencimiento de la ahora primera prórroga del contrato con la UTE entre Jan de Nul y Emepa y horas después de que la Administración General de Puertos (AGP) iniciara una ronda de presentación ante el sector privado de los cambios que iban a tomar forma el 11 de septiembre. Como anticipo a la prórroga, mañana miércoles se publicará un decreto presidencial que dispone la constitución del tan demandado órgano de control de la concesión.

Road Show

En los últimos días, y ante la inminencia del cambio, la AGP arrancó una ronda de reuniones con empresarios y funcionarios de la región para presentar las novedades en la administración de la hidrovía. Fue así que sus autoridades mantuvieron el viernes un encuentro con Consejo Portuario y el lunes llegaron a Rosario para reunirse con las autoridades de la Bolsa de Comercio de Rosario. 

Durante las reuniones, los funcionarios explicaron cómo tenían previsto el traspaso de la concesión -que ahora está en manos privadas- a la AGP. La fecha de vencimiento de la concesión privada es el 11 de septiembre. También comentaron que en los próximos días se iba a firmar el contrato de concesión de la administración del sistema troncal de navegación entre el Ministerio de Transporte de la Nación y la AGP.

Y por lo ajustado de los tiempos, como no se llega para el 11 a tener licitados a los dragadores y balizadores privados que harían las tareas, la AGP contó que iba afirmar antes contratos directos con una empresa dragadora (Jan de Nul) y otras balizadoras (que prestan servicios en el puerto de Buenos Aires) para que realicen esas tareas provisoriamente hasta tener lista la licitación de un operador que trabaje hasta el final de la concesión a AGP, que sería en septiembre del año que viene. En principio, las contrataciones directas serían hasta fin de año y desde allí iniciaría la licitación hasta septiembre del 2022.

No obstante, anoche a última hora las autoridades de AGP recibieron llamados desde el Ministerio de Transporte de la Nación avisando que podría haber cambios de planes. Y esta noche, Rosario3 pudo confirmar que el presidente Alberto Fernández tiene previsto una segunda extensión por otros tres meses del contrato de concesión vigente a la empresa privada Hidrovía SA (Jan de Nul y Emepa). Y como una suerte de anticipo, el miércoles publicará un decreto con la creación del órgano de control.

Contratación directa bajo la mira

¿La razón? Según dejan trascender, hay objeciones hacia adentro del gobierno con la contratación directa previa a la licitación que prepara AGP. Pero no se explicaron las razones de esas observaciones. Es más, no se precisó si la objeción a la contratación directa es estrictamente jurídica/técnica o viene por el lado político-empresarial.

Y no se trata de un tema menor. Si se rechazan las contrataciones directas, el 11 de septiembre no hay quien acondicione el sistema troncal de navegación y se pondría en riesgo todas las exportaciones. Y por eso no quedaría otra que extender el contrato vigente a Hidrovía SA hasta que haya una licitación por los 12 meses de concesión a la AGP.

Pero también es cierto que como hay muchos intereses en pugna en torno a la hidrovía (desde dragadores globales interesados por el contrato) como temas por acomodar (la salida de los actuales concesionarios) nadie se anima a descartar que la decisión de postergar el pase al Estado tengan otros motivos. Y como si fuera poco, está el folclore político que los sectores más duros del kircherismo montaron sobre la hidrovía con la "soberanía" como bandera aglutinadora. 

Como se ve claramente, el cambio excede la competencia de la AGP. Es más, en realidad, no obedece a una crítica a la estrategia de la AGP sino a definiciones e intereses internos en la cúpula del frente gobernante que todavía no emergieron y que se posaron sobre un tema como se podrían haber posado sobre cualquier otro para querer activar los cambios.

Cambio de libreto

Con ese panorama, las autoridades de la AGP que este martes seguían de recorrida de Rosario empezaron a abrir el paraguas comentando a los interlocutores que no todo lo informado el día anterior hoy no estaba tan firme. Así se lo comentaron a los empresarios de la agroindustria con los que se juntaron por la mañana en el puerto de Dreyfus en Timbúes y a la ministra de Infraestructura de la Provincia, Silvina Frana, quien los recibió en Rosario. El gobernador Omar Perotti, quien también los iba a recibir, al final asistió al coloquio de IDEA.

Durante todo el día siempre se aclaró desde AGP y también desde el Ministerio de Transporte de la Nación que recibió muchas consultas empresarias, que el cambio está todavía en análisis. La última versión es que el miércoles se publica el decreto con la creación del órgano de control, pero todavía no el de la extensión. Y es que el lobby es cruzado. Y tallan fuerzas en distintos sentidos provocando, como ocurre con la hidrovía, que lo único seguro sea la incertidumbre.

La nueva extensión de la concesión, de finalmente concretarse, deja en off side al propio presidente Alberto Fernández. Pero eso no sería novedad. Ya había dicho que no iba a extender el contrato de concesión que vencía en mayo. No obstante, la tuvo que extender por  90 días cuando se venció. En aquel momento se esgrimieron razones burocráticas y técnicas (y como siempre culpar a la pandemia es un argumento a mano).  

Por lo pronto, a la que más le conviene la nueva prórroga es a Hidrovía SA (formada por Jan de Nul y Emepa) que sigue cobrando una de las tarifas por el servicio de las más caras del mundo por dragado y balizamiento ya habiendo amortizado todas las inversiones.

Y, por el contrario, todas estas idas y vueltas de la Casa Rosada lo único que generan en el sector empresario (puertos, exportadores, navieras) es preocupación por el futuro de la hidrovía. Es que si bien a ninguno le disgusta que el actual concesionario siga tres meses más, porque el servicio es muy bueno, y de esa forma haya tiempo para licitar en firme por un año, lo que preocupa es la incertidumbre permanente y la sensación de que muchas cosas se definen de manera provisoria. No en vano una de las pocas certezas que tenía la gestión de Alberto Fernández al asumir era que en mayo del 2021 se vencía la concesión. Y se llegó a esa fecha sin un rumbo claro y por eso tuvo que extenderse la concesión. Y ahora todo indica que se va camino a una segunda prórroga. 

Finamente, y como anticipo a los cambios, el miércoles se publicará un decreto con la constitución del tan demandado órgano de control de la concesión.