En noviembre de 2018 se sancionó una ley nacional que aportaba una solución a uno de los inconvenientes que más dolores de cabeza genera en el trabajo diario del agro: qué hacer con los envases vacíos.

La sanción de la normativa, que dispnía un tratamiento específico, generó expectativas entre los actores de la cadena agrícola de Santa Fe que esperaban tener funcionando en la provincia un sistema de recepción de esos envases vacíos que, luego de un procedimiento de triple lavado y clasificación, pueden ser reciclados y reutilizados. Pero ya pasaron más de dos años y Santa Fe no se adhirió a la ley nacional.

En efecto, la no reglamentación de la Ley 13.842 que había designado al Ministerio de Medio Ambiente como autoridad de aplicación de la Ley Nacional 27.279 no prosperó y la demora comienza a percibirse como un problema que podría llegar a tener consecuencias en el abastecimiento de los insumos de la próxima campaña.

En la provincia se puede armar un sistema de recepción de esos envases vacíos que, luego de un procedimiento de triple lavado y clasificación, pueden ser reciclados y reutilizados. Pero ya pasaron más de dos años y Santa Fe no se adhirió a la ley nacional que facilita el tratamiento.

Para Ángel Debiase, Presidente de la Cámara Empresaria de Proveedores de Insumos Agropecuarios (CEPIAS), hay trabas que en Santa Fe impiden que la Ley se aplique, pero que en otras provincias han sido solucionadas.    

“Se están dando avances más notables en otras jurisdicciones con aperturas de Centros de Almacenamiento Transitorios (CAT) y la realización de campañas itinerantes de recolección de envases vacíos. Estas acciones han permitido la recuperación de más de un millón de kilos de plástico en 2020”, comentó el empresario.  

Acerca de los escollos que impiden la aplicación de la norma en Santa Fe, Debiase explicó que la Ley provincial 11.717 y los decretos complementarios que se dictaminaron, tipifican a los desechos resultantes de la producción y utilización de productos fitosanitarios como residuos peligrosos. Esa definición resulta ser tan amplia que incluye a los envases vacíos que contenían los productos, limitando la posibilidad de que los usuarios puedan entregarlos en un CAT, porque para ello deberían tener un transporte habilitado, formar parte de un registro de operadores, abonar una tasa y transitar con un documento específico. Todos estos requisitos desalientan a los productores, y hacen que los envases se acumulen en los campos o culminen siendo vendidos a operadores del circuito ilegal.

Para el dirigente de Cepias, el Gobierno tiene a mano una solución a este problema: “En la sanción de la Ley Nacional 27.279 se contempló que no se apliquen los requisitos logísticos mencionados en la Ley 24.051 de Residuos Peligrosos, en la situación particular que se da cuando los usuarios transportan los envases vacíos desde su campo hasta un CAT. De esa manera se elimina una traba burocrática que no tenía sentido, agilizando la devolución de los envases y con el compromiso de los productores”.

Es más, para el dirigente “si en otros provincias han logrado avanzar, no entiendo porque en Santa Fe no se puede hacer. Esta situación ha provocado que en nuestra provincia no tengamos ningún CAT habilitado y que no pudiéramos hacer ninguna campaña de recolección itinerante, que está demostrado que están ayudando a sacar de los campos el remanente ambiental que hay de envases vacíos”.

Desde Cepias también alertan sobre la posibilidad de llegar a un punto donde se produzcan problemas de abastecimiento de agroinsumos en Santa Fe por la falta de adecuación de la provincia al Sistema Único de Trazabilidad de los Envases de Fitosantarios. Este sistema, desarrollado por Senasa, entrará en vigencia próximamente según informó el propio organismo.

Empresarios alertan sobre la posibilidad de llegar a un punto donde se produzcan problemas de abastecimiento de agroinsumos en Santa Fe por la falta de adecuación de la provincia al Sistema Único de Trazabilidad de los Envases de Fitosantarios.

El Sistema Único de Trazabilidad es la llave que hará funcionar todo el mecanismo, desde la industria, pasando por el productor que compra un producto en una agronomía, hasta que devuelve el envase vacío al CAT y vuelve a comprar al distribuidor. Es la garantía de que la totalidad de los envases que se vuelcan al mercado puedan ser recuperados.    

“Si en Santa Fe no tenemos ni siquiera reglamentada la Ley, que pasará aquí cuando el Sistema Único de Trazabilidad este funcionado a nivel nacional. Bueno, ojala me equivoque, pero posiblemente nos encontraremos con muchas dificultades que harán que los insumos no estén disponibles para los productores”, reflexiona Debiase.