Transcurridos nueve meses desde el comienzo de las clases –que en la escuela 1.210 Luis Rullán, situada en Adrián 1940, en barrio Unión de Rosario, se postergó a causa de este problema edilicio– los trabajos siguen sin concluir y las condiciones sanitarias del establecimiento siguen siendo precarias.
Desde el Ministerio de Educación señalan que la partida de 61 mil pesos (perteneciente al Plan de recuperación de escuelas) fue girada a la institución el 22 de febrero de este año, y que de ahí en adelante es el personal directivo el encargado de conseguir los tres presupuestos y contratar a las empresas constructoras.
Por su parte, docentes y directivos de la escuela 1.210 explican que si bien las obras de albañilería comenzaron el 6 de marzo, surgieron luego problemas posteriores en las cañerías –constatadas por personal del Ministerio de Educación– que impidieron la continuidad de los trabajos, por la necesidad de encarar arreglos previos que implicaban un presupuesto mayor al que se había demandado al principio.
La escuela 1.210 tiene casi 800 alumnos quienes, junto al personal directivo, docente y no docente, desde fines de 2007 soportaban la incomodidad de usar sanitarios insuficientes y deteriorados al extremo. Cuando las obras se iniciaron, en abril pasado, y antes de que hubiesen aparecido las complicaciones mencionadas, la directora Nilda Furiasse, aseguraba que los cuatro baños químicos se utilizarían sólo por cinco días, el tiempo que insumirían los arreglos.