Luego de que se conociera que una embarcación cargada de ajo que salió del puerto rosarino llegó a Portugal con 625 kilos de cocaína, la jueza del fuero federal Laura Cosidoy, no se mostró sorprendida con el hallazgo. "No me sorprende porque no hay controles y porque es fácil", sentenció la magistrada conocida por sus denuncias polémicas acerca de las redes policiales que protegen a narcotraficantes.

En contacto con Radio 2, Cosidoy reiteró como hace unos meses que la sistemática de comercialización de la droga cambió en todo el país. "Ya no exportamos cocaína sino pasta base y la cocaina se prepara acá. Cuando se trae cocaína aca es para exportar. Y se exporta por agua por aire", denunció Cosidoy.

Como otras veces la magistrada esta vez no dudó, y le dio duro a los controles y a los sistemas de seguridad. "Salen a distintos puntos del mundo y la Aduana es un colador", dijo acerca de las funciones de esa dependencia a la hora de controlar cargamentos de droga, que viajan disfrazados en otros productos.

En tanto, la jueza Laura Cosidoy dijo que con este hecho "no queda bien parado el país" y recordó que "las últimas investigaciones que dieron fruto fueron de jueces extranjeros" y no de magistrados del país.

o hay radares, no hay escáners y los cargamentos pueden salir por agua por aire y camuflados con cualquier producción", dijo.

En tanto, instó a las fuerzas nacionales y al personal de la aduana a ajustar las medidas de seguridad y los sistemas de control. En este sentido, dijo que la Aduana, lamentablemente es un colador en muchos sentidos. "Nosotros en el tribunal hemos recibido causas bastante acotadas por un error, entre comillas, claro. La inscripción se tramitó en Buenos Aires, cuando nosotros en los juicios tenemos jurisdicción hasta Campana”, concluyó.

Cocaína de Rosario a Oporto

No sólo soja sale del puerto de Rosario. Las policías española y portuguesa secuestraron 625 kilos de cocaína de un barco que había salido del puerto local. La droga iba camuflada en un cargamento de ajo procedente de Mendoza y que había sido embarcado en la ciudad.

El operativo conjunto entre las fuerzas de seguridad de los países de la península ibérica fue realizado el domingo en el puerto de Leixões, cercano a la ciudad portuguesa de Oporto, según publicó este jueves el diario La Capital.

El barco salió el 4 de junio de Rosario y llevaba 22 toneladas de ajo, que evidentemente no eran sólo para las tortillas. Cuatro gallegos fueron detenidos como los cabecillas de la banda acusados de tráfico internacional de estupefacientes. La carga fue valuada en 18 millones de euros.

La operación, bautizada "Cabana", fue en realidad la fase final de un trabajo de inteligencia que se había iniciado en octubre del año pasado, con intervenciones telefónicas y seguimiento de los principales sospechosos. Según la nota de La Capital, la banda también estaba integrada por argentinos.

El cargamento de ajo era legal y se supone que la empresa mendocina despachante sería ajena a la maniobra. Los efectivos creen que la droga podría haber sido colocada en las cajas en algún tramo entre Mendoza y Rosario. Pero como se desconoce si el buque hizo alguna escala en el trayecto Rosario-Oporto, se ignora si la cocaína pudo ser incorporada al contenedor durante el viaje por agua.