En la mañana del martes pasado, me encontraba en el centro dirigiéndome a trabajar. Cuando decido agarrar el camino que acostumbro, me encontré con algo no muy común.

Un camión repartidor de bebidas, cortando totalmente la cortada Poeta Fabricio Simeoni (ex Zabala, altura Mitre al 300), para poder descargar su mercadería. Suele verse en la ciudad que alguna de estas empresas se manejan como más les conviene, sin importar señales de transito (más cuando se trata de donde estacionar). 

Lo indignante de este caso, es que la cortada Simeoni desemboca directamente al Pami 1. Este camión impedía el paso de cualquier vehículo, ya sea particular o una AMBULANCIA. Esta calle es uno de los principales accesos al centro de salud, y si esta imprudencia desemboca en una tragedia, ¿quién se hace cargo?