Rosario Central inicia la semana sumido en la preocupación. No sólo porque en la tabla de promedios sigue ocupando un lugar entre los que hoy descenderían, sino porque el equipo volvió a dar muestras de involución y ante Unión de Santa Fe dejó una impresión muy floja, la peor desde que comenzó la Superliga.

El dato de que el equipo todavía no cayó se pierde en la preocupación que genera la falta de fútbol exhibida ante el Tatengue. Y los cinco empates consecutivos no le permitieron pegar el salto en la tabla del descenso que todos imaginaban tras las dos victorias iniciales en esta competencia. 

Si bien el torneo es incipiente y falta mucho camino por recorrer, Diego Cocca sabe que no puede dejar puntos en el camino que más tarde pueda lamentar. Y por eso, desde este lunes por la tarde (cuando el plantel se reencuentre tras los dos días de descanso) empezará a pensar en algún golpe de timón para que el equipo gane más volúmen de juego.

Ribas seguría esperando la chance en el banco. (Sitio oficial)


Es que encima se le viene el duelo con Racing (domingo a las 17.45 en el Gigante), un rival que viene entonado por tres victorias consecutivas y que no le perdonará cualquier error que pueda cometer, como los tantos que tuvo en el segundo tiempo ante el Tatengue en la salida del fondo.

Aún sin Miguel Barbieri (lesionado), el DT volverá a confiar en Diego Novaretti como compañero de zaga de Matías Caruzzo. Pero donde radica la mayor preocupación es en la zona de gestación. Allí, podría tener alguna posibilidad Nicolás Colazo como volante por izquierda tras el mal partido de Diego Zabala, que juega incómodo con su peor perfil.

Se supone que Rius continuará siendo volante por derecha y que el tándem Rinaudo-Gil seguirá en el doble cinco (más aún sabiendo que Ortigoza está lesionado en el talón de Aquiles). Mientras que en ataque, volvería a apostar por Gamba y Riaño, con Ribas esperando en el banco.