Deyverson ya era el hombre de la final de la Copa Libertadores porque había marcado el gol del 2 a 1 de Palmeiras sobre Flamengo, que significó el bicampeonato del verde, pero el delantero protagonizó una escena más antes del final, quizás la más insólita del torneo.

Iban 122 minutos de juego (los 90 reglamentarios, los 30 suplementarios y otros 3 más de alargue) cuando el goleador se tiró el piso para simular una supuesta falta de un defensor de Flamengo desde atrás.

En la repetición, el plano se abre y se ve que fue el árbitro, el argentino Pitana, fue quien le dio un golpecito en la espalda para pedirle que corra y siga la jugada. Algo así como el colmo de intentar engañar al juez.