El piloto argentino Alejandro Patronelli, quien quedó segundo en la categoría de cuatriciclos junto a su hermano Marcos en el rally Dakar, celebró el triunfo al arribar este sábado a la tarde a Rosario pero se mostró muy reflexivo sobre el futuro del equipo y los riesgos de la competencia. "Tengo ganas de bajarme del cuatri, es peligroso", sorprendió.

Alejandro se mostró feliz "después de la odisea" porque tras un mal arranque "no perdimos la paciencia, le dimos para adelante tranqui y asi salió". Explicó su emoción: "Uno lucha contra un montón de cosas y por eso se te caen unas pequeñas lágrimas que uno las tiene guardadas hace muchísimo".

El ex campeón y flamante vice valoró no haber terminado "lastimado" porque "está la vida en juego". "El Dakar nos golpeó, veníamos abajo. Está muy competitivo y no llega el rápido, llega el más inteligente, el regular", añadió en diálogo con el periodista de Radio 2 Federico Aldaz.

Patronelli confesó su deseo de bajarse “del cuatri, es peligroso, ustedes no tienen ni idea" y señaló que "uno nunca piensa en lo peor" pero "la silla de rueda espera".

"No tengo un hijo, no tengo nada, hay tantas cosas en la vida. Y seguir para terminar lastimando no, ya está, ¿qué más?, hay que ser inteligente. ¿Cómo nos tenemos que retirar, últimos y lastimados?", se preguntó Alejandro.

Enseguida habló Marcos en el mismo sentido aunque menos contundente. "Estoy súper contento de haber terminado un Dakar y haberlo ganado, que no es nada fácil. Ganó el equipo, ni Ale ni yo", dijo.
Sobre la posibilidad de pasar a competir en auto en la próxima edición, señaló: "No hay nada todavía pero tenemos ganas. No queremos seguir expuestos a los porrazos, yo me caí dos veces y él tres".