El fútbol argentino no tiene identidad. La identidad se la da el entrenador de turno. Con César Menotti estuvo la suya, después Carlos Bilardo, más tarde Alfio Basile, luego Daniel Passarella, Marcelo Bielsa, Diego Maradona, Sergio Batista, Alejandro Sabella, Gerardo Martino y ahora es la mía", puntualizó Bauza en una entrevista exclusiva con Télam.

"En mi caso no tuvimos mucho tiempo de trabajo. La identidad del fútbol es jugar bien, mucha entrega y desniveles individuales, con jugadores que resuelven, aunque esto último no tiene ya tanto que ver con la identidad. Para mí la prioridad pasa primero por el equipo, luego el grupo y después lo demás", remarcó.

Y en este punto defendió el pragmatismo por encima del esquema al señalar que todo "sistema es adaptable. El mío tiene como objetivo que la selección tenga jugadores para que se potencie, pero una cosa es cuando tenés la pelota y otra cuando hay que defender. Por ahí cuando debés marcar hasta se transforma en un 4-4-2. Pero el sistema que empieza es 4-2-3-1, para que el 3-1 sea un cuarteto con vocación ofensiva, aunque el tema es como se defiende y esa es una faceta que el periodismo se olvidó. Por eso hay que ponerse de acuerdo en la forma de recuperar la pelota", insistió.

"Con el 4-2-3-1 no matás al nueve, porque a mi me gusta jugar con un referente de área y la idea es que esté rodeado por asistidores. Por ejemplo el otro día contra Uruguay puse a Lucas Alario por Lucas Pratto cuando hacía rato veníamos jugando con diez hombres por la expulsión de Paulo Dybala, cuando según la idea de la prensa podría haber ingresado Augusto Fernández. Pero lo que pretendía era seguir teniendo presencia en el juego aéreo defensivo", precisó.

"Es que ese es el trabajo que aporta Pratto, marcando el balón en los centros, algo que Alario hizo muy bien en un par de pelotas. Después dijeron que había terminado de lateral derecho, pero eso fue circunstancial, porque quedó ahí justamente después de ir a defender en el área nuestra", advirtió.

Y cómo es él

El Patón aprovechó la oportunidad para autodefinirse como "un buen observador de los partidos. Es que hago buenas lecturas de lo que está pasando, como por ejemplo una vez en un Lanús contra San Lorenzo en que lo puse a Sebastián Blanco como lateral derecho y él me preguntaba si en serio quería que se parara en esa posición. Le dije que sí y ganamos 4 a 1. Después, cada uno ve los partidos de distinta manera".

"De todas maneras fue complicado pasar de ser entrenador de club a técnico de la selección y cuando me llamó Armando Pérez a Brasil para ofrecerme el cargo, después de 20 minutos de charla colgué y se me vinieron un montón de problemas a la cabeza.

Después, con Liga de Quito salí campeón con línea de tres, pero el tema de los esquemas fue en lo primero que pensé, aunque siempre considero que primero están los jugadores y después los sistemas de juego", argumentó.

"Por ejemplo Sergio Romero tuvo contra Venezuela un par de situaciones en las que la cancha no lo ayudó a resolver bien. Pero es el mejor arquero y va a seguir siendo el titular de la selección, y aunque no juegue en su equipo, el Manchester United, y nos preocupe eso, hay varios que están en su misma situación. Por eso después de fin de año habrá que ver si pueden cambiar de club para tener más minutos", alertó.

No conocía el nuevo Ezeiza

Bauza se acomoda en el sillón de la sala de entrevistas del que considera "un predio espectacular, que no conocía, porque en la época de futbolista Carlos Bilardo llevaba a la selección a entrenar a Deportivo Español. Algunas veces quise venir a ver algún entrenamiento con Sabella o Martino y al final nunca pasó".

Y a propósito de sus dos inmediatos antecesores, los defendió al rescatar que perder "tres finales no es un fracaso. Lo que pasa es que los argentinos somos bravos y consideramos que eso es así. Ahora, poniéndome en la piel de entrenador, no concibo esta profesión de otra manera que dirigir para ser campeón".

Se lo nota feliz a Bauza con la ropa de la selección puesta y tampoco quiere que el tiempo pase muy rápído, por lo que pretende ir paso a paso ya que el objetivo "inicial es clasificarse al Mundial, y después sí ponerse a pensar en él. Pero yo les digo siempre a los jugadores que para ganar algo, primero hay que soñarlo".

"Y mi sueño es ganar el Mundial, pero el primero que tengo es clasificarnos y después ver que tipo de torneo hacemos en Rusia. El objetivo será el de llegar a la final", amplió.

Sin esquivarle tampoco a los nombres propios al asegurar que está "siguiendo al 'Mudo' Franco Vázquez, que está haciendo una buena temporada con Sevilla, y a Santiago García para el lateral izquierdo", este último un ex Rosario Central que se desempeña en el Werder Bremen alemán, aunque actualmente con pocos minutos en cancha.

Habla y habla el Patón, que a los 58 años está disfrutando de la "gran oportunidad" de su vida profesional. Y se nota que goza de este momento, aunque cargue sobre sus espaldas con la enorme responsabilidad de conducir los destinos de un equipo cuyo anterior técnico debió renunciar por la desorganización imperante en AFA. Sabella confesó que "sufría" el cargo y Martino terminó sosteniendo lo mismo. Bauza, con apenas dos partidos en el lomo, "siente" diferente.