Rosario Central logró esta noche un agónico y muy importante triunfo ante Quilmes por 1 a 0, en cotejo válido por la decimosexta fecha del torneo de primera división. El éxito le sirvió para cambiar rápidamente la cara tras el tropiezo inicial del ciclo Montero ante Godoy Cruz.

El único gol del encuentro lo anotó Washington Camacho, de cabeza, a los 44 minutos del segundo tiempo y tras un córner ejecutado por Federico Carrizo desde la derecha. Como dato saliente, Teófilo Gutiérrez estuvo en el banco de suplentes tras su discusión con Ruben y jugó los últimos 15 minutos en reemplazo de su sustituto, Germán Herrera.



El auriazul presentó prácticamente la misma alineación que ante el Tomba, salvo la citada variante en ofensiva. Y el conjunto del uruguayo volvió a carecer de la lucidez necesaria para superar a su rival en el plano futbolístico, a pesar de haber sido, de los dos, el que más tiempo tuvo la pelota en su poder.

La presencia de Ferrari por la derecha, mucho más acostumbrado a defender, y la baja velocidad de Martínez le quitaron la explosión que solía tener, y Ruben y Herrera quedaron muy aislados y haciéndole frente a los numerosos pelotazos que venían de abajo. 

Central generó pocas ocasiones de col, contó con un rival flojo, que lo inquietó poco (salvo las veces que le ganaron la espalda a Musto), y lo ganó de pelota parada y por su insistencia, gracias al plus que le dieron, sobre el final, los ingresos de Colman, Camacho y Teo, que hicieron méritos para mostrar que en este equipo deben ser titulares.

Este fue el segundo éxito consecutivo para el Canalla en condición de visitante (el anterior, único hasta hoy, el 2 a 0 ante Belgrano con Leo Fernández en el banco tras la salida de Coudet), que suma 18 puntos y escaló hasta la 19ª posición, una unidad menos que su rival. Ahora, preparará el cotejo ante Tigre en su reducto.