El semestre que se está yendo dejó una imagen pálida en Arroyito. Arrancó con buenas expectativas por el buen cierre de la primera parte del año y la doble competencia que se avecinaba pero poco a poco esa ilusión se fue diluyendo. El equipo chocó con una realidad ineludible. "Quedó en claro que no teníamos plantel para dos competencias", dijo Emiliano Vecchio en una entrevista en Zapping Sport el último domingo. Y los números así lo demuestran: en la primera parte del semestre, mientras el equipo compitió en Copa Sudamericana, solamente sacó 3 puntos sobre 18 en juego en el torneo local (producto de un triunfo ante Vélez y derrotas con Godoy Cruz, Gimnasia, Independiente, Sarmiento y Aldosivi).

En el plano internacional la imagen que dejó el Canalla fue bastante buena ya que se metió entre los 8 mejores (luego de ganar su grupo y la serie de octavos ante Táchira) y recién en esa instancia de cuartos de final sucumbió ante el (a la postre subcampeón) Bragantino en una serie muy polémica en la que fue claramente perjudicado por los jueces. Ya sin el "lastre" copero, el equipo puso todas sus fichas en el torneo doméstico y los resultados mejoraron ostensiblemente tras el mal arranque pero nunca pudo salir de la ciclotimia. 

Tras esas 6 primeras fechas con tres puntos y el posterior empate en el clásico, Central ganó 4 de los 5 juegos siguientes y se reacomodó pero luego dos derrotas sucesivas (Talleres y Argentinos) volvieron a relegarlo. A partir de allí estuvo 4 sin perder (con triunfazo a Racing incluído) para volver a soñar con Copas. Pero siguieron dos cachetazos duros (Unión y Defensa) que parecieron hacer naufragar el sueño e incluso volvieron a poner en jaque la continuidad de Kily González al mando del equipo. Y como cada vez que esto sucedió, los futbolistas aparecieron y volvieron a cosechar resultados positivos ante rivales complicados como los campeones Colón y River al punto de llegar a la última fecha dependiendo de sí mismo. Sin embargo, el equipo no estuvo a la altura y sufrió una lapidaria goleada ante Huracán en el Gigante

Terminó siendo un semestre en el que se cumplió el objetivo de ser competitivos en el concierto internacional y el de seguir afianzando chicos del club (Infantino y especialmente Blanco son prueba de ello) pero se falló en el objetivo propuesto en el campeonato. La palabra que mejor define al equipo es irregularidad. Atacó muy bien (5° elenco más goleador) pero defendió muy mal (3° con más goles en contra).

Para lo que viene, la dirigencia le dio un fuerte voto de confianza al Kily González y se aseguró la continuidad de su goleador emblema Marco Ruben (y es inminente que Vecchio anuncie lo mismo). Con esa base y jugando solo competencia local, serán claves las incorporaciones (especialmente en defensa). Es menester no fallar allí y entonces sí, ver si el Kily González logra que su plantel pueda dar el salto de calidad. Ahora la pelota la tienen el mánager y la directiva. ¿Lo lograrán? A partir de febrero tendremos la respuesta...