Si alguien pensaba que después de ganar tres clásicos seguidos, nada podía estar mejor, pues habrá que decirle que estaba equivocado. Porque el Central de Coudet, que sólo perdió un partido en el año, está a tiro de la cima en el torneo y sigue vivito y coleando en Copa Argentina, volvió a impresionar. Y esta vez, en el partido más esperado del año.

A este estado de éxtasis canalla se le puede entrar desde variaos costados. Para empezar, el de la notable acumulación de éxitos sucesivos en el cruce con el rival de siempre. Ahora, el cuarto consecutivo, con sus señas particulares que lo dejarán en la historia del derby y en la memoria de los hinchas auriazules.
Ruben grita.
Toda la felicidad del goleador. FotoBaires