Pese a que el equipo de Coudet logró el triunfo, no fue una noche tranquila en Montevideo para los hinchas de Central. Una parte de la hinchada que viajó al Centenario embistió contra un control policial adyacente al estadio Centenario y la realización del juego corrió peligro.

Según testigos, un centenar de fanáticos auriazules movilizados en ocho ómnibus llegaron ya iniciado el cotejo y rompieron un destacamente policial, la comisaría 9na de Montevideo, y agredieron a tres efectivos policiales, uno de ellos el jefe del operativo de seguridad.

La intención de los hinchas centralistas fue ingresar en avalancha a la tribuna Colombes, ya que la policía estaba realizando un control de alcoholemia para permitirles el paso. La acción terminó con vallas tiradas, patrulleros y motos policiales destrozados y vidrios rotos en la Seccional.

Además, se consignó que los agresores robaron la recaudación de un puesto de chorizos de las inmediaciones.

Una vez concluido el encontronazo, la intención inicial de la justicia montevideana fue suspender el pleito, pero finalmente desde el operativo de seguridad se decidió que continuara para que los hinchas no se cruzaran con los de Nacional y Plamieras, que juegan a continuación