Cientos de personas se concentraron este domingo frente a las casas de los rosarinos Lionel Messi y Ángel Di María luego de que ambos llegaran juntos a la ciudad con el título de campeones de América. Y los ídolos salieron a saludar y responderle a la gente.

Leo se refugió con su familia en una casa de un barrio de Funes desde el mediodía y ya desde su llegada fue abordado por algunos vecinos, algunos de los cuales atendió incluso antes de abrazar a sus propios hijos después de más de casi dos meses.

Además, por la noche, Messi no ignoró que muchas personas permanecían agolpadas afuera de su vivienda y fue hasta la cerca para firmar, incansablemente, una por una las camisetas, gorras, banderas y otros objetos que le llovían desde afuera.

Por su parte, Di María también salió por la tarde para dar respuesta a decenas de hinchas, en su mayoría niños y jóvenes, que hasta formaron una densa fila para acceder a una foto o un autógrafo del ex Rosario Central, autor del gol en la final del Maracaná.

Tanto Fideo como Giovani Lo Celso viajaron con Messi en su avión privado al mediodía a Rosario desde Ezeiza, donde la selección campeona arribó procedente de Río de Janeiro.