Gabriel Heinze se sacó de quicio por cupla de un plateísta que no araba de reclamarle desde la tribuna. Ahora: ¿qué le pedía con tanta insistencia, mientras el equipo le ganaba 3-1 a Colón y faltaban cinco minutos? Fácil: que le diera a Fabián Cubero la chance de despedirse de los hinchas ante su inminente retiro.

A falta de 3 minutos, finalmente Poroto ingresó en reemplazo de Gastón Giménez y a sus 40 años (siendo el jugador que más veces vistió la camiseta de la V con 634 partidos) y pudo sentir el aplauso de los hinchas.

“¡Poné a Cubero, che! ¡Sacá a cualquiera y poné a Cubero, che! ¡Dejate de hinchar las pelotas!”, le gritaba el hincha. “¡Pará, pará!”, le gritó el Gringo. Cuando desde la tribuna empezó a atronar el grito “Cubeeeeero, Cubeeeeero”, Heinze volvió a darse vuelta y le habló al mismo hincha: "¿Me esperás? Ya lo hago". Y cumplió. Así, todo terminó en paz y entre aplausos.