Los incidentes registrados este domingo en el Gigante de Arroyito durante la venta de entradas para la final del miércoles de la Copa Argentina ante Boca se iniciaron –según la policía– cuando se le informó a los hinchas que ya no quedaban más tickets. Sólo se pusieron a disposición 6.400 entradas de las 25 mil asignadas, entre plateas y populares.

"El inconveniente mayor surgió cuando se informó que no había más entradas para la venta", comentó el jefe de la Unidad Regional II, comisario Marcelo Villanúa, en diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2.

El funcionario agregó: "Nosotros manejábamos que iban a venderse 11.000 populares y 14.000 plateas, pero cuando llegando a las 6.400 vendidas la gente de boleterías nos dice que no había más, se generó el inconveniente con los hinchas, que sabían la cantidad que le habían asignado a Central".

El comisario también comentó que "hubo otro inconveniente con un grupito numeroso que llegó a las 6 de la mañana y quiso ocupar los lugares que ya estaban ocupados de antes. También cuando se abren las boleterías para plateas y populares, porque la gente se quiso agolpar".

Y cerró: "Lo que hizo mal el club fue (no dar correctamente) la información a la gente, porque en cuatro horas se agotaron las entradas. Eso suscitó el inconveniente".