La tenista Nadia Podoroska, volvió a jugar después de diez meses tras ser finalista de Roland Garros 2020. Ahora, se presentó en la clasificación de Wimbledon y, en la primera ronda, batió a la estadounidense Asia Muhammad (19a preclasificada) por un doble 6-3.

En la segunda ronda de la clasificación al cuadro principal de Wimbledon, la tenista de 25 años enfrentará a la australiana Jaimee Fourlis (153), quien viene de eliminar a la bosnia Dea Herdzelas por 5-7, 7-6 (4) y 6-4.

Podoroska, que llegó a ser 36ª del mundo a mediados de 2021, su mejor ubicación histórica, tuvo problemas físicos (una tendinopatía proximal de isquiosural derecho, ubicado de la cara posterior del muslo, cerca de la cadera), que le impidieron alcanzar continuidad en el circuito.

En diciembre, la propia Podoroska explicó, a través de sus redes sociales, cuál es el obstáculo con el que se topó: “No sé si llego a identificar cuál fue el momento exacto en el que dije: ‘Tengo una lesión grave o importante’. Fue un dolor que me empezó muy progresivo. Pensé que era una contractura. Lo empecé a tratar como un dolor leve, pero siguió empeorando. Fui a la kinesióloga. Fue un proceso muy largo. Pasé por diferentes etapas, el isquiotibial, la cadera, se me iba hacia la espalda, el ciático. Al seguir compitiendo y seguir entrenando era bastante difícil identificar qué lesión era. Pero era algo que me permitía seguir jugando. Hasta que llegó un punto que estaba bastante desentrenada”.

¿Qué lesión padeció Podoroska?

Según explicó en ese momento Diego Méndez, su kinesiólogo, la tenista sufrió “una tendinopatía proximal de isquiosural derecho, un dolor en el tendón del músculo ubicado de la cara posterior del muslo, cerca de la cadera (…) Estamos trabajando en la progresión gradual y controlada de las cargas de trabajo físico y tenis”.