Lanús campeón del fútbol argentino, por segunda vez en la historia. El equipo del sur del Conurbano bonaerense aplastó este domingo a San Lorenzo al golearlo por 4-0 en la final del torneo, disputada en el estadio Monumental, y se consagró nueve años de su primer título.

Oscar Benítez (18m. PT), Miguel Almirón (13m. ST), José Sand (28m. ST), el goleador del campeonato, y Lautaro Acosta (43m. ST) marcaron los goles del equipo dirigido por Jorge Almirón, quien obtuvo su primer campeonato como entrenador. 

El Granate fue el mejor de la zona 2 de esta inédita edición del campeonato de primera división y en el partido definitorio ante San Lorenzo, el ganador de la zona 1, demostró todo lo bueno que realizó durante el semestre y se consagró merecidamente.

La última vez había sido en 2007 en La Bombonera y hoy el club de la zona sur bonaerense volvió a gritar campeón pero en el estadio Monumental, la casa del otro gigante del fútbol nacional.

En un gran final con un marco a la altura, con la presencia de público de ambos equipos, Lanús fue ampliamente superior a San Lorenzo y el abultado resultado fue el reflejo de lo que sucedió durante todo el trámite.

El mediocampista paraguayo Miguel Almirón fue la figura excluyente del partido ya que fue imparable por el sector izquierdo y anotó el segundo gol que empezó a definir el partido.

En el duelo de jóvenes entrenadores, Almirón tuvo un papel clave ya que se decidió por Oscar "Junior" Benítez por sobre Pablo Mouche y el juvenil respondió al marcar el primer gol que abrió la historia en el Monumental de Núñez.

En cambio, Pablo Guede no pudo encontrar un reemplazante acorde a lo que representa Néstor Ortigoza, ausente por lesión, en su equipo y nunca le encontró la vuelta al planteo de Lanús.

El Ciclón llegó a esta final luego de un gran cierre de torneo con siete triunfos en fila y un empate, pero en el partido más importante no pudo hacer pesar su mayor experiencia en finales ni el aplomo que había conseguido luego de la dolorosa eliminación en la fase de grupos de la Copa Libertadores de América.

Este equipo de Almirón, quien recogió el buen trabajo de los mellizos Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, será recordado por la intención de siempre querer jugar al fútbol y no renunció a ese estilo ni en el partido más importante del semestre.