Newell's se impuso 1-0 a Huracán como visitante con un gol de Ignacio Scocco y es puntero junto a Boca, con 45 unidades, aunque el Xeneize juega este domingo ante Arsenal.

Ese es sin dudas el título de la tarde para alegría del pueblo rojinegro pero viene acompañado de algunas aclaraciones. La Lepra jugó mal. Casi no llegó al arco pero volvió a ligar y se llevó más de lo que merecía de Parque Patricios.

A los 28 minutos del segundo tiempo, Nacho se juntó con Formica y probó al arco con relativa potencia. El tiro se desvió en Nervo y el arquero Marcos Díaz quedó descolocado.

Hasta esa acción, lo más saliente del partido había sido la decisión del árbitro Héctor Paletta de detener el juego durante casi ocho minutos, en el primer tiempo, porque el público local empezó a cantar en su contra y con amenazas.

“No podemos alimentar esta violencia. Van a matar un referí”, dijo el juez, quien mantuvo la suspensión parcial desde los 32 minutos hasta los 40.

La crónica

La primera incidencia fue a los 2 minutos cuando Pocrnjic salió a cortar un centro y chocó su cabeza con la del defensor local Romat. Lastimado, al arquero casi se le mete por arriba un disparo posterior a su despeje.

Pudo haber sido una jugada obviable para este resumen, olvidable, pero anticipó una clave: se venía un partido anticipado.

A los 8 minutos, el Globo, un poco más ofensivo que la Lepra, llegó con dos centros que llovieron con peligro sobre el área de la visita. En el primero falló Fritzler de palomita y el segundo le cayó a Ángulo pero demoró en sacar un remate.

Huracán no fue más que eso y Newell’s no creció. El partido transcurrió en la mitad de la cancha hasta una polémica.

A los 29, Gamarra desplegó todo su talento con un enganche, un caño a Formica y se metió en el área. Moiraghi llegó como un bombero a cruzar (y se tiró al piso como tal) y el volante quemero cayó. Pareció penal pero no fue. Acierto de Paletta.

Los hinchas locales no lo entendieron así y enloquecieron contra el árbitro, con broncas acumuladas por otros fallos y otros partidos. Hubo cantos violentos y amenazas.

A los 32, Paletta tomó una decisión poco habitual y detuvo el partido. “No podemos alimentar esta violencia. Van a matar un referí”, dijo el juez. El juego estuvo parado casi ocho minutos y hubo polémica en el Tomás Ducó.

A los 40 el encuentro se reanudó pero todos se quedaron hablando del incidente. Incluso los hinchas locales, que, irónicos, apoyaron al juez.

En el segundo tiempo, la pobreza del equipo de Osella siguió intacta. Es cierto que intentó, que el DT metió a Mansilla por Amoroso y a Figueroa por Sills pero no encontró respuesta.

De todas formas, por Scocco y por el azar hizo la diferencia, se apoyó en su solidez defensiva y al menos por 24 horas es líder del torneo junto a Boca.