El futbolista Gregory Mertens murió este viernes por la mañana tras haber sufrido el último martes un paro cardíaco durante un partido con su club, el Lokeren, de Bélgica.

El defensor, de 24 años, se descompensó a los 25 minutos del primer tiempo de un amistoso con el Genk. Fue reanimado con un desfibrilador cardíaco por los médicos del club que, inmediatamente, lo asistieron.

Una vez en el hospital, fue sometido a un coma artificial. Desde ese instante, permaneció internado en un estado crítico.

Según comentaron fuentes del club, el estado de salud de Mertens fue empeorando y su familia acordó con los médicos que desconectaran su sistema de apoyo vital..

A lo largo de su carrera, nunca se le encontraron problemas de salud en los exámenes físicos.