Más allá del importante triunfo y del necesario buen funcionamiento de Rosario Central ante San Lorenzo este miércoles por la Copa Sudamericana, que fue lo sobresaliente de la noche en el Gigante de Arroyito, se dio una linda historia entre Cristian González y dos chicos de las inferiores canallas, que estuvieron en el rol de alcanzapelotas en el duelo de Copa Sudamericana. 

La primera situación curiosa en este contexto se dio en el primer tiempo del partido, cuando Central estaba ganando por 1 a 0 con el gol de Almada. A Pupi Ferreyra le quedó un lindo tiro libre en el último suspiro de esa primera etapa y el Kily palpitaba que se podía venir el segundo. 

Por eso, buscó la compañía de Ignacio Tedeschi, que de acuerdo a los datos informados por el periodista Pablo Pavan en la transmisión, juega de lateral derecho en la octava división del club de Arroyito. 


El tiro libre de Ferreyra pasó cerquita del arco defendido por Torrico y el Kily, que vivió el momento con mucho nerviosismo, le dio un beso en la cabeza al pibito y siguió en la suya. 

En el segundo tiempo, el primer alcanzapelotas afortunado se fue para el lado del banco de San Lorenzo y ahí entró en acción otro muchachito de las inferiores que estaba recogiendo balones, que es Ignacio Rodríguez, número 10 de la octava. 



Según el propio pibe, al que picardía no le falta, segundos antes del gol de Lucas Gamba se acercó al técnico y le dijo "Kily ahora viene el gol". Por eso, cuando la pelota entró en el arco el técnico de Central pateó todas las pelotas que estaban cerca suyo y después corrió a abrazar a Nachito. 

Cuando las luces del Gigante se apagaban, el Kily salió del vestuario rumbo al estacionamiento para buscar su auto y ahí lo vio a Ignacio Rodríguez que lo estaba esperando. "Vení enano", le gritó el Kily según los pocos presentes que quedaban a esa altura de la noche casi madrugada. Y el DT le dijo algo al oído a su nuevo talismán. ¿Nace una cábala?