Newell’s no detiene su caída. Este sábado, volvió a perder jugando mal y ya hace siete fechas que no consigue un desahogo. Encima, el domingo que viene le toca la visita al Gigante para enfrentar a un Central entonado en el clásico de la ciudad, en un partido que ya luce clave para la continuidad de Bernardi.

Esta noche, Defensa y Justicia le ganó 1 a0 por el gol de Walter Busse a los 34 minutos del segundo tiempo de un cotejo chato, en el que ninguno hizo nada como para merecer el triunfo. Pero el Halcón aprovechó la lucidez y contundencia de Busse paa batir desde afuera del área a Unsain y liquidar el pleito a diez del final.

Newell’s se quedó sin reacción, sobre todo luego de haber perdido a Víctor Figueroa en el primer tiempo e Ignacio Scocco en los últimos minutos del cotejo debido a sendas molestias musculares, que los ponen como mínimo en duda para el derby de domingo venidero. A decir verdad, no podría llegar peor.

Ya hace siete partidos que no triunfa, sumó sólo 6 puntos de 24 y en ese tramo hizo un sólo gol… de penal, en el empate ante Atlético Rafaela. Además, queda la penosa imagen del cambio defensivo que el entrenador Bernardi hizo cuando se lesionó Scocco, poniendo a Lenadro Fernández para tratar de asegurar una igualdad que se le escapó de todos modos.

El tuit




El gol



La clave

El trabajo individual y colectivo de Newell’s explican la derrota y el presente que vive la Lepra. Esta vez, cayó ante uno de los equipos más modestos del certamen, que haciendo casi nada le arrebató el empate sobre el final.

Pese a las buenas intenciones de manejar el balón, este Newell’s parece inofensivo. Y ya se sabe que, cuando genera algo, le cuesta mucho más que al resto convertir. En todo el primer tiempo no generó nada y parecía que ante un pelotazo preciso del rival iba a llegar el gol del adversario. En el complemento no cambió nada, y cuando el DT podía intentar poner a Tévez para ganarlo ante la salida de Scocco… decidió ponerlo a Fernánde. para modificar el esquema. Y ahi llegó el gol. 

El arranque, desde lo numérico, es nefasto y no hay manera de llegar con optimismo al partido del semestre ante Central. Que encima ganó y llega fuerte futbolística y anímicamente. Porque el equipo no es confiable, da ventajas defensivas, está destrozado espiritualmente y las individualidades no le dan solcioones. A Bernardi le queda cada vez menos tiempo para torcer la historia.

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