“Por un partido, me arruiné la carrera”. Con esa frase, cargada de dolor, Nicolás Kicker aceptó que está pagando con creces el haber cedido a la tentación de ganar dinero fácil acordando el resultado de un partido ante Nicolás Lapentti en 2015, que le valió una suspensión de tres años a contar desde 2018.

En una entrevista con la Unidad de Integridad del Tenis (TIU), el tenista de Merlo confesó cómo llegó a cometer el peor error de su vida. “En ese momento, estaba 70 del mundo. Jugaba Copa Davis, le ganaba a top 15 y llegaba a la tercera ronda de Australia. Tenía una carrera por delante. Ese año iba a terminar top 50, pero cometí un error y lo pagué muy caro”, empezó.

“Me costaba mucho y no quería depender de mis padres. La primera vez que esta persona me contactó se me acercó vía Facebook diciéndome que me quería patrocinar, pagándome por mes, darme un coche para moverme en Buenos Aires y ayudarme en general. Después me dijo que eran un grupo de apostadores. En ese momento no confié. Más adelante, en otro en el que era más vulnerable, acepté”, añadió.

Kicker podrá volver a jugar en mayo de 2021.


Sobre el momento en que debió salir a la cancha, dijo que sufrió mucho: “Estaba muy nervioso. Me acuerdo que me dijo que tenía que hacer ciertas cosas en la pista y fue terrible, porque tenía que tirarla afuera a propósito. Mi actitud no era la habitual. Miraba continuamente al árbitro para ver si sospechaba. Fue horrible, la pasé muy mal”.

De todos modos, lo peor no fue eso sino haber tenido que enfrentar a su hijo: “Mi apellido quedó manchado y uno de los peores momentos fue cuando mi hijo me preguntó por qué no jugaba más al tenis. Fue muy difícil decírselo, pero tuve que ir con la verdad. Fue la peor consecuencia de lo que hice”.

“Los valores más importantes que me dio el tenis son el sacrifico, la honestidad, respetar a los árbitros y no hacer trampa dentro ni fuera de la cancha. No pensé en las consecuencias que me podían llegar a traer. Aquí estoy, pagando”, concluyó.