Omar Palma iba a ser convocado por la dirigencia de Rosario Central para ocupar un cargo de nexo entre las inferiores y el fútbol mayor. El mismo Negro lo había anunciado en agosto de 2020. Pero el tiempo pasó y sólo quedó la promesa de un llamado. "Decí que tengo una silla cerca, porque si me hubiera quedado a esperar, ya estaría cansado", dijo entre risas el emblema auriazul.

De todos modos, lo comentó entre risas y sin rencor: "Estoy tranquilo, las cosas se van a dar. Uno ha dejado una huella, ha hecho las cosas bien, es serio. Algún día alguien se acordará que fui el más ganador de la historia".

El año pasado, Palma había contado que se reunió con el vicepresidente Ricardo Carloni y avanzaba su vinculación al proyecto deportivo que apostará a las inferiores. "Me junté con Ricardo Carloni y quedamos en seguir hablando. Pero lo importante es que me llamaron y estoy dispuesto a colaborar en este proyecto", dijo hace casi un año. Pero el llamado nunca llegó.

Ya consultado sobre el presente del equipo de Kily González, comentó: "Al principio había dudas porque era muy irregular, pero después le encontró la vuelta a los jugadores: Zabala es el 8, Ruben es el 9. Y eso es importante. El Kily es un técnico nuevo y te vas encontrando con estos problemas. Pero terminó jugando bien. Cada jugador tiene que jugar en su puesto. No podés inventar, salvo Emi (Vecchio) al que lo ponés suelto y que los demás corran".

Finalmente, le preguntaron sobre los refuerzos que deberían contratar: "Es un plantel corto y la situación económica no da para traer varios jugadores. Pero el jugador debe estar preparado para salir a la cancha miércoles y domingo. Nosotros vivimos del fútbol, ¿cómo no vas a jugar dos días a la semana?. Ojalá se pudiera traer un par de refuerzos que le vengan bien al equipo. Pero hay que elegir bien, no equivocarse en la elección".