Ganar el domingo, más que nunca, fue el pedido unánime del clásico banderazo de los hinchas de Newell's este jueves a la noche en un Coloso prácticamente colmado.

Pasadas las 20, los jugadores ingresaron al campo de juego para saludar a la multitud (más de 25 mil personas estimaron desde Radio 2) que renovó la pasión por los colores rojinegros.

Banderas, cánticos, luces y mucho calor en el último banderazo de la era Lorente-Ricobelli al frente del club y el primero con Diego Osella como director técnico, en la previa al encuentro con Central el próximo domingo.

A las 20.15 se apagaron las luces del estadio y comenzó un show de fuegos artificiales, complementado con los celulares de los presentes. Más polémico fue el mensaje que se iluminó con fuego en la tribuna detrás del arco, territorio de la barra brava: "Matar o morir".