Rafael Nadal se impuso en una dura batalla de cuatro horas y veinte minutos ante Taylor Fritz en los cuartos de final de Wimbledon. El español, con muchos dolores desde el final del primer set, se impuso con parciales de 3-6, 7-5, 3-6, 7-5 y 7-6. Así, logró avanzar a las semifinales tras superar una lesión en la zona abdominal que lo tuvo a mal traer durante el resto del encuentro.

El manacorí perdió el primer set y el comienzo del segundo fue traumático. El mallorquín pidió ser atendido y las cámaras enfocaron el momento en el que dialogaba con su médico.

El especialista lo invitó a retirarse a los vestuarios para una evaluación más profunda. Finalmente, unos minutos más tarde, el tenista de 36 años volvió a salir al campo, tomó su raqueta y pudo continuar con el compromiso hasta ganar el segundo parcial por 7-5.

El tercer set continuó con la misma tensión. Puntos sin festejos, mirada atenta de los espectadores y algunos golpes erráticos. Finalmente, el joven Taylor Fritz, de 24 años, se llevó la manga por 6-3.

En el descanso, Nadal volvió a dialogar con el personal médico y decidió seguir. Mientras tanto, su padre le exigía que se retirara con gestos desde la grada. Sebastián Nadal sabía que su hijo no estaba bien y lo incitaba a abandonar.

En el cuarto, Nadal se puso en ventaja (3-1), pero Fritz logró recobrar la paridad (4-4). Finalmente, el español cerró el parcial 7-5 a su favor y extendió la serie hasta el quinto set.

Allí, Rafa aplicó toda su experiencia para definir el pleito en el tie brak e instalarse en la instancia de los cuatro mejores del certamen.

Su próximo rival será Nick Kyrgios, quien más temprano alcanzó la primera semifinal de un torneo del Grand Slam de su carrera con una cómoda victoria por 6-4, 6-3 y 7-6 (7-5) sobre el chileno Cristian Garín.