Como si el fútbol argentino no tuviera lo suficiente con lo que pasó con Rosario Central en la Copa Argentina, fuertes sospechas se generaron luego del empate entre Huracán y Belgrano que le permitió al Globo seguir en primera y mandar al descenso a Nueva Chicago.

Las suspicacias se despertaron por el gol en contra de Chiqui Pérez que le dio a Huracán el empate que lo salvó del descenso. Tanto que el jugador tuvo que salir a defenderse: “Me están preguntando a mí como si yo hubiera ido para atrás y yo no fui para atrás”, afirmó tras el encuentro.

Las sospechas se montaron sobre la poca intención ofensiva que ambos equipos mostraron. Pero también porque el representante del defensor es Mauro Bianchi, cuñado del entrenador de Huracán Eduardo Domínguez, quien está casado con Brenda, hermana del agente, ambos hijos del ex técnico de Boca Carlos Bianchi.

“Qué digan lo que quieran, no lo hice a propósito. Yo soy consciente de que jamás en mi vida iría para atrás en un partido. Si me piden eso, me quedo en mi casa. Soy un profesional y siempre quiero que mi equipo gane. Lo que pasó es una desgracia. A veces nos tiramos muy atrás y hoy (por ayer) me tocó a mí hacer un gol en contra. Pero yo no juego para perder”, dijo.