Rosario Central transita por un proceso de cierta calma en el plano económico. Las ventas de activos futbolísticos como Franco Cervi, Giovani Lo Celso y Walter Montoya le aportaron dinero genuino a un club que, mientras busca un reeemplazante para el chaqueño en el mercado de pases, le inyectará un alto presupuesto al proceso de inferiores a modo de apuesta y como eje de la política económica que pregona esta dirigencia.

Es que según contó el tesorero del club, Roberto Fattal Jaef, a Central le rindió sus frutos el proceso de captación, formación y venta de aquellos jugadores citados, que dejaron en el haber dinero contante y sonante no sólo para volver a reforzar el equipo, sino para solventar el complejo funcionamiento de la maquinaria del club.

En Zapping Sport, Fattal Jaef comentó: "Ese ciclo de formación, de la captación hasta la llegada al fútbol profesional, es algo que tenemos que bancar. Por ejemplo, al finalizar el ejercicio 2017, habremos destinando recursos a inferiore. 6 veces y media más que en 2014. Es una asignación de recursos para formar nuevo capital humano aplicado al fútbol".

Acerca de la utilidad que el club le da al dinero ingresado por las ventas, explicó: "Los recursos también deben aplicarse al saneamiento financiero: hay juicios en cantidad, deudas heredadas. Hay una hipoteca tan generalizada y de tan amplio espectro que hay que ser muy cuidados. Los recursos no sobran, deben ser usados para reforzar los activos, bajar los pasivos, reponer jugadores y destinar otra parte al ciclo de formación".

Los derechos de TV

Sobre la negociación con dos empresas que aspiran a televisar el campeonato nacional, el dirigente señaló: "Los derechos de TV deben ser un ingreso periódico, regular, sin especulaciones. Ahora deberán ser superiores, entre otras cosas porque en fútbol pasan cosas que no son bien percibidas por los futboleros o comentaristas. El fútbol es un espectáculo carísimo".

"Cuando uno lee cuánto sale la entrada al cine o al teatro en Carlos Paz, donde están llenos, eso indica que hay un desbalance de los costos que tiene el fútbol con el costo de las entradas. Hablo de los costos de capital, el corriente de la operatividad de los estadios, más los impuestos, más la seguridad pública y privada".

Sin apartarse del tema, remarcó: "Los clubes tratan de fidelizar a los socios con contribuciones acotadas, respetando un poco el extracto social del target de cada club. Por lo tanto, los derechos que permiten ver gratuitamente el juego al espectador televisivo tiene que representar el costo global del fútbol como espectáculo. Espectáculos caros no admiten públicos baratos".

Finalmente, aceptó que cuando acabe el ciclo de Broglia, la economía canalla estará saneada: "Las deudas serán las que resulten del saneamiento global del cub. Ninguna empresa tiene deuda cero, pero no tendremos arrastre, desproliidades, corruptela... eso quedará despejado".