Emprendimientos sustentables se multiplican: ¿dónde están las oportunidades de negocio?

Cada vez más jóvenes y empresas emprenden proyectos, priorizando un impacto positivo para con el medio ambiente y su entorno. Especialistas dan su visión sobre este fenómeno

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Es una realidad, la sustentabilidad pasó a ser el eje que guía a miles de jóvenes a la hora de lanzarse a emprender. En Rosario y en Santa Fe se multiplican las iniciativas que apuntan a innovar en sectores tradicionales y con una mirada que, además de buscar un rédito económico, no descuidar el cuidado y la preservación del medio ambiente.

Aunque Argentina vienen sin dudas más atrasada en este tema en comparación con países de otras partes del mundo, cada vez son más los emprendimientos que se fijan el ser sustentables entre sus principales objetivos. Es por esto que Ecos365 decidió hacer un repaso de algunos de los proyectos más relevantes de Rosario y Santa Fe, a la vez que consultó la opinión de dos expertos en el tema para conocer en detalle el fenómeno y las oportunidades de negocio que esconde.

Uno de ellos es Matías Galíndez, contador público especialista en triple impacto y director de Fixit, agencia Privada de Innovación Social que diseña y gestiona proyectos de alto impacto, impulsando acciones que generan valor compartido en la sociedad. La otra persona es Victoria Cerrano, profesora y coordinadora del Laboratorio de Innovación y Emprendimientos de la Universidad Austral, sede Rosario.

¿Por qué cada vez hay más proyectos sustentables?

A la hora de hablar del crecimiento de esta vertiente en las iniciativas que encaran los emprendedores locales y regionales, es imposible dejar de lado el fenómeno del Covid-19, que sin dudas trajo aparejada una mayor consciencia al momento de ver las limitaciones del planeta y la importancia de abogar por prácticas que promuevan su cuidado.

"En el mundo también está habiendo una gran necesidad de encontrar soluciones para el cambio climático. Este tema está cada vez más en la agenda desde el punto de vista colaborativo y desde la fuerza del mercado. Las empresas están involucrándose en la generación de soluciones sostenibles y en lograr la prosperidad económica sin descuidar el bienestar de las personas y el planeta", indicó Galindez a Ecos365.

Matías Galíndez, director de la Agencia Fixit.

 

Por su parte, Cerrano explicó que hay una mayor conciencia sobre el daño ambiental y sus consecuencias y que el contexto de pandemia potenció el surgimiento de un fuerte capital emprendedor desde diferentes puntos del país. "El Covid fue clave en la forma de trabajo porque se empezaron a diseñar soluciones locales para un problema global. Cada uno con su conocimiento y en su locales podía diseñar soluciones y aportar sus desarrollos"

En este sentido, hizo hincapié en que, desde la Universidad Austral, uno de los impulsos para crear el Laboratorio de Innovación y Emprendimientos fue, justamente, el de trabajar este talento emprendedor que surgía desde los mismos estudiantes de la facultad en alianza con el desarrollo de nuevos modelos de negocios que generen un impacto positivo para la sociedad. 

"Se viene trabajando mucha para que esas ideas emprendedoras surjan en respuesta a analizar y explorar los grandes problemas que tenemos y que están agrupados en los 17 objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. Ese es nuestro desafío, el de potenciar a los proyectos que surjan para que tengan incorporada la sostenibilidad", indicó la especialista y aseguró que cada vez más actores estratégicos de la ciudad buscan generar espacios bajo esta lógica.

Victoria Cerrano, docente y coordinadora del Laboratorio de Innovación y Emprendimiento de la UA.

 

Hoy en día, incluso competencias incluyen como requisito que los proyectos tengan una veta sustentable o que estén ideados bajo una lógica de triple impacto. Este término se refiere principalmente a modelo económico que persigue otros fines además de la rentabilidad financiera, como generar un impacto social positivo en las comunidades donde se inserta y con buenas prácticas medioambientales.

"También las empresas aparecen como transformadoras de grandes cambios sociales y ambientales. Irrumpe un ADN empresario que busca la mejora sostenida a través de sus negocios, persiguiendo soluciones innovadoras y escalables a los problemas locales, con un modelo de triple impacto. Las ciencias de la vida, todo lo que es la biociencia y sectores donde hay una altísima sensibilidad para poder lograr un impacto positivo", indicó Galíndez.

También hizo referencia a las oportunidades de inversión que crecen hoy en día para potenciar proyectos de este tipo. Los llamados "créditos verdes", que buscan incentivar la creación y desarrollo de proyectos que promuevan la protección y conservación del medio ambiente y la adopción de procesos de producción sostenible por parte de empresas.

Nuevas tendencias en los negocios

Galíndez consideró que para lograr una reputación en el mercado que permita generar un valor como empresa "hay que hacer un trabajo a largo plazo para trabajar políticas, prácticas, en términos de gobernanza, de cadena de valor y de trabajadores", que no se hace de un día para el otro. "Querer ver la ventaja en el corto plazo es una trampa de la que hay que salir", aseguró cuando se le fue consultado por las posibilidades económicas que ofrecen los nuevos modelos de negocios.

Si bien hay empresas nacionales que apuestan a emprender este camino, llama la atención la cantidad de proyectos incipientes de jóvenes que en su fase inicial incluyen la idea de trabajar bajo algún eje de sustentabilidad. Cerrano explicó que, más allá de la importancia de que está lógica venga incorporada en la mirada de los emprendedores, el gran desafío es acompañarlos a avanzar en esa etapa para llegar a plasmarse en trabajos concretos.

Un caso es el de Kevin Debiase y Santiago Sanguinetti, dos jóvenes estudiantes de la Universidad Austral que acaban de alzarse con el primer premio en la competencia Emprendedor Austral. Su propuesta de valor lleva el nombre de Ecogrid y tiene como objetivo mejorar la calidad de los caminos rurales para simplificar el trabajo a empresas y productores agrícolas. 

De izq a dcha. Kevin Debiase y Santiago Sanguinetti, al frente de Ecogrid.

 

En diálogo con Ecos365, los emprendedores aseguraron que la idea es utilizar envases vacíos de agroquímicos para la elaboración de una geomalla sintética, la cual en combinación con un elemento de relleno granular, como piedras, ofrecerá más estabilidad y resistencia a los caminos rurales.

Otro es el caso de Milargro Bagnat y Geraldine Giordano, creadoras del proyecto Connnect The Dots, una plataforma que incentiva a personas, empresas y organizaciones a llevar adelante acciones solidarias y sostenibles y que permite verificarlos, ponerlos en línea e integrarlos al reporte de sustentabilidad de las entidades, o al CV del voluntario. 

Un concepto que llama la atención a la hora de hablar de sutentabilidad en los proyectos es la economía circular, un modelo de producción y consumo que implica compartir, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes para destinarlos o bien para extender su vida útil, o también generar los insumos básicos con los cuales producir otros. 

En este segmento destacan un grupo de investigadoras santafesinas, que armaron un proyecto para convertir plásticos en maderas de alta calidad, útiles tanto para el interior como el exterior de las viviendas, y a menor costo que la tradicional. La Universidad Nacional del Litoral (UNL) les incubó la propuesta. “La madera plástica puede reemplazar perfectamente la vegetal y de hecho tiene más versatilidad”, relató en una oportunidad la ingeniera industrial Magalí Nóbile, una de las integrantes del equipo, a Ecos365.

Emprendimientos centrados en el reciclado de diferentes productos y en la utilización de materiales biodegradables son de los más populares. Por ejemplo, Olivia Reda es una joven rosarina de 20 años que se acaba de alzar como una de las ganadoras de la sexta edición del concurso Mi Primera Empresa, organizado por BBVA. Su proyecto salió segundo en la categoría Triple Impacto y plantea la creación de Álea, una app para contribuir al cuidado del medio ambiente, con el reciclado de productos consumidos por la población.

Olivia Reda, creadora de Álea.

 

También está el caso de Rasgato, de Marianela Bermúdez Balayn. Se trata de un emprendimiento local dedicado a la elaboración de rascadores artesanales para gatos con cartón reutilizado. También contó que utiliza pegamento no toxico para animales y que sus amigos le donan muchos de los materiales que ya no usan para que los aproveche en la elaboración de sus productos.

En el sector de la moda también avanza la tendencia "Zero Waste", que les permite a los diseñadores aprovechar todos los materiales que intervienen en el armado de la prenda sin originar ningún desperdicio al momento del corte, ya que es en esa fase de la producción donde se encuentra el principal foco de desechos.

Un ejemplo de esto son Silvia Querede y Noelí Gómez, emprendedoras detrás de Quier, marca rosarina que viene rompiendo parámetros en la confección de indumentaria a partir de procesos sustentables. Con casi quince años en el ámbito de la moda, su propuesta de valor se enfoca en la reutilización de sobrantes textiles y en reducir al máximo posible la generación de desechos.

De izq a dcha. Noelí Gómez y Silvia Querede, fundadoras de Quier.

 

También se puede nombrar a Milagros Salvatierra, rosarina de 23, egresada de la carrera de Diseño de Indumentaria que partició de la competencia Naves Federal del Banco Macro y el IAE Business School con un proyecto que plantea la confección de textiles a partir de desechos orgánicos y biodegradables de la industria frutihortícola.

"La idea general de Salvatierra es reeducar la forma de vestirnos a partir de la creación de productos con textiles innovadores desarrollados con desechos orgánicos y bigodegradables principalmente de la industria frutihortícola. Por ejemplo, de la cáscara de naranja pueden extraerse fibras de celulosa para la confección de diferentes tejidos", contó la emprendedora al ser entrevista por Ecos365.

Volviendo al tema de la rentabilidad económica de los proyectos sustentables y a los interrogantes que surgen sobre si los emprendedores deben resignar posibles ganancias en pos de una acción valiosa para con el medio ambiente y su entorno, Cerrano señaló que lo principal es que los mismos se pregunten de qué tipo de modelos de negocios quieren ser parte. "El por qué y para qué hacemos lo que hacemos", sintetizó.

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