Ante un escenario completamente condicionado por la evolución de la pandemia, las nuevas restricciones y la llegada de vacunas, las industrias de la ciudad de Santa Fe hacen lo posible para mantener un perfil activo en materia de inversiones, demandando nuevas líneas de financiamiento que posibiliten realizar proyectos nuevos.

Empresarios industriales de diferentes rubros analizaron en exclusiva para Ecos365 la situación que atraviesa el sector y plantearon los desafíos para los próximos meses.

Cómo arrancó el año y la llegada de la segunda ola

En líneas generales las industrias santafesinas comenzaron el 2021 con buenas perspectivas, con una expansión del 6,4% durante el primer trimestre, comparado con el arranque del 2020 cuando aún no estaban asociados los efectos de la crisis sanitaria.

Sin embargo, el sector viene de atravesar un año muy duro, sobre todo para los rubros relacionados al consumo interno que no lograron recuperar la caída generada durante los meses más complicados de cuarentena estricta con la llegada del Covid-19, destacan desde la Unión Industrial de Santa Fe.

De acuerdo al relevamiento que realiza la entidad empresaria, a pesar de tener una recuperación con un leve crecimiento de año a año, en mayo con el recrudecimiento de la segunda ola, se empezaron a sentir los primeros signos de estancamiento.

“La segunda ola frenó nuestras perspectivas para este año”, señaló a Ecos365 el presidente de la UIA Santa Fe, Alejandro Taborda. 

“Ahora en el segundo trimestre, esperábamos una recuperación muchísimo mayor, ya que el comparativo será contra el período de derrumbe de la actividad del año pasado, cuándo teníamos muchas de las fábricas virtualmente cerradas, por ende, para este año vislumbramos un efecto rebote desde ese piso”.

Recalculando

Según los industriales consultados por Ecos365, las proyecciones para lo que resta del año siguen mostrando un sendero de crecimiento, pero supeditado a la ola de contagios de Covid-19 que obligó a recortar y modificar las estimaciones previas. 

De punta a punta, de acuerdo a los escenarios más conservadores, la industria santafesina prevé entre un 7% y 8% de recuperación y los más optimistas un 12% a la luz del desempeño de ciertos sectores como electrodomésticos, líneas blancas, químicos, caucho y plásticos. 

“Las industrias ligadas al sector agroindustrial, la construcción y la producción de materiales ya se encuentran trabajando con niveles anteriores a la pandemia. Y seguimos a la espera de definiciones para un sector clave como es el de biocombustibles que, con 20.000 puestos de trabajo en juego, aún no se les brindó un nuevo marco normativo”, advierte el presidente de la Unión Industrial de Santa Fe. 

Entre los rubros más golpeados aparecen textiles, industrias gráficas, marroquinería con caídas importantes que en algunos casos rondan 40%.

“Lamentablemente notamos que la actividad se fue amesetado, ahora estamos esperando cómo impactan estas semanas de restricciones en el sector productivo”, señalan con preocupación.

En materia de inversiones y financiamiento para nuevos proyectos, desde la UIA Santa Fe fueron categóricos, “vemos un empresario ávido de fondos para volcarlos a lo productivo”.

“El empresario industrial quiere seguir comprando máquinas, ampliando su planta e incorporando empleo, pero para eso, hace falta ayuda financiera” destacan.

“Hoy la situación indica que la caja hay que cuidarla para sobrevivir, pagar los costos operativos y los impuestos”, señaló un importante empresario pyme del rubro alimenticio. 

Es por eso que desde la Unión Industrial de Santa Fe junto con la Agencia para el Desarrollo de Santa Fe y su Región (Ader) enfatizan esa vocación y actitud del empresario local y señalan que hay una necesidad real de conseguir nuevos créditos para financiar la incorporación de maquinarias y nuevas tecnologías.

“Hoy hay una gran oferta de créditos muy beneficiosos para las pymes, pero que lamentablemente son de dificultosa monetización, porque los requerimientos bancarios no se han ajustado a la realidad, ya que cada vez que indican que las líneas que otorgan están “sujetas a calificación crediticia”, ahí se termina todo el entusiasmo”, señalan.

Por la situación que atraviesan las empresas tienen dificultades para presentar una carpeta atractiva, con sectores que estuvieron casi un año operando a media máquina, los empresarios aseguran que recién están en una etapa de recuperación y para acceder a esos créditos a tasas subsidiadas “te piden requisitos cómo si no hubiera pasado nada en la Argentina todos estos meses”. 

Desde presentación de balances positivos, declaraciones juradas de impuestos, indicadores crediticios y de liquidez, crecimiento importante de facturación en el último año, presentación de garantías o la necesidad de contratar una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR), que es cómo armar dos carpetas para un mismo crédito.

“Tenés que calificar en el banco y también en la SGR para lograr los avales y que te lo otorguen” se quejó un empresario local. 

“Hoy hay ofertas de créditos muy buenas, pero de muy dificultosa instrumentación y la verdad es que nos preocupa que estas líneas espectaculares no la puedan recibir nuestros socios”, advierten desde la UIA.

A pesar de eso, las cámaras empresarias están sorprendidas por la gran cantidad de capital solicitado para realizar nuevas inversiones, pero tienen que lidiar con el problema de no cumplir con los requisitos que exigen los bancos.

Y solicitan un compromiso más activo desde el Banco Central, “entendemos a los bancos que tienen que respetar a sus auditores, realizar distintos análisis de riesgo, etcétera, por eso, tiene que ser la autoridad monetaria la encargada de agilizar los trámites y que los créditos lleguen de manera más fácil y directa a nuestras las pymes” señaló Taborda. 

La institución financiera que de alguna manera pueda responder a la demanda del sector productivo y se ajuste a las necesidades de financiamiento de las pymes industriales seguramente va a sacar importantes ventajas respecto a sus competidores.

“Lamentablemente, hoy las empresas queremos invertir y vemos que hay muchos créditos disponibles, algunos muy ventajosos, pero por los requisitos que nos imponen, la mayoría nos quedamos sin la posibilidad real de concretarlos”, concluyeron.