Alberto Fernández convocó a una reunión de urgencia con sus colaboradores después de la renuncia de Guzmán

El presidente analiza los próximos pasos tras la sorpresiva salida del ministro. Sergio Massa está entre los convocados a Olivos

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La renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía -le avisó a Alberto Fernández minutos previos antes de anunciarlo por la red social Twitter-, obligó al presidente a convocar a una reunión de urgencia en Olivos con algunos de sus colaboradores más cercanos. Entre ellos están el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; la portavoz, Gabriela Cerruti-, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. La presencia del tercer fundador del Frente de Todos en la residencia oficial constituye una señal cuando la principal duda sobre el futuro del Gobierno gira en torno, ahora, al nombre del sucesor del ministro, que aún no fue confirmado. Y es que el tigrense viene presionando en los últimos meses y con fuerza, y cierto apoyo del kirchnerismo, para ocupar ese lugar y más.

La renuncia de Guzmán se conoció por Twitter justo mientras Cristina Kirchner brindaba otro fuerte discurso, donde lo mencionó al ahora ex ministro de Economía por el apellido. El ministro se lo había comunicado antes al presidente, pero pocos en el Gobierno lo sabían. Inclusive cerca del propio Massa aseguraron fuentes oficiosas que desconocía su decisión, y que se enteró mientras se encontraba en la cancha viendo un partido de Tigre.

La convocatoria de Massa a Olivos reaviva los rumores sobre su posibilidad de ocupar un lugar de relevancia en el gabinete, particularmente en Economía. Una opción que el propio presidente había dado de baja el miércoles útlimo, al respaldarlo a través de una entrevista que hizo con la señal de cable C5N, donde le restó responsabilidad por el principal problema que enfrenta hoy el Gobierno, la inflación.

Pero las duras críticas del kirchnerismo más puro presionaron hasta lograr su salida. La última muestra contundente del malestar con el ala dura del Frente de Todos fue hace dos semanas, con el discurso de la vicepresidenta en Avellaneda, donde denunció que hay un “festival de importaciones”.

Tanto Economía y como el Banco Central reaccionaron con la instauración de una suerte de supercepo a las importaciones, que exacerbó las presiones sobre el dólar y llevó al riesgo-país por encima los 2.400 puntos básicos, un nivel casi de default.

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