Alimenticia rosarina duplicó capacidad de producción de budines y llegó a Estados Unidos

En plena pandemia, logró además desembarcar por primera vez en Perú y fortalecer su presencia en Uruguay con más productos

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Establecimiento La Cumbre invirtió fuerte para duplicar la producción de budines, con los que conquistó un exigente destino: Estados Unidos. Además, y en plena pandemia, cerró operaciones por primera vez con clientes de Perú y fortaleció su presencia en Uruguay con más productos.

El 2020 y lo que va de 2021 significó todo un desafío para la alimenticia rosarina que, como todos debió adaptarse a las restricciones sanitarias, pero que en su caso particular se vio seriamente afectada en su metodología comercial. “Nosotros exportamos el 20% de nuestra producción, y habitualmente cada vez que nos surge un potencial cliente vamos a visitarlo al destino, pero eso ya no fue posible”, comenzó diciendo Graciela Altomonte de Alabarce, al frente de la empresa.

Planta modelo de La Cumbre en Alvear
Planta modelo de La Cumbre en Alvear

Con el advenimiento de la pandemia no les quedó otra que cambiar la reunión cara a cara con otras a través de plataformas virtuales, que claramente tienen sus limitaciones a la hora de destacar las cualidades de un producto. Sin embargo esto no les fue un impedimento. “Trabajamos muy bien con la Agencia provincial Santa Fe Global, incluso hasta llegamos a armar stands y exposiciones virtuales con potenciales clientes clientes”, manifestó a Ecos365.

Hubo reuniones con empresarios de Paraguay, sur de Brasil, China, entre otros, pero La Cumbre dio el batacazo cerrando operaciones en Estados Unidos. “Exportamos un contenedor de budines pequeños y nos empezamos a preparar para la temporada de pan dulce”, destacó, al tiempo que agregó que el hecho de contar con certificaciones internacionales de máximo nivel, avaladas por las autoridades norteamericanas fue de gran ayuda.

Planta modelo de La Cumbre en Alvear
Planta modelo de La Cumbre en Alvear

“Cumplimos con estándares muy exigentes, todo nuestro personal está capacitado al respecto, e invertimos en maquinaria de última generación”, enumeró Alabarce a modo de resumen de las razones por las que los eligieron. Concretamente se refirió a la maquinaria italiana de punta que La Cumbre sumó a su planta de Alvear, como cámaras de fermentación natural, amasadoras t nuevas líneas de trabajo, con las que subió la productividad a 5.000 budines hora y a 30.000 madalenas hora, además de permitirles agregar otra variedad de pan dulces.

Esta constante modernización les permitió también colocar 15 nuevos productos en Uruguay y desembarcar por primera vez en Perú, en este caso con otro contenedor de madalenas. Además, mantiene activa presencia en Brasil, Paraguay, Colombia y Chile.

“Hasta ahora hemos podido enviar siempre las muestras y los contenedores nunca han tenido dificultades de ingreso a los distintos destinos, aunque vemos que cada vez la situación sanitaria es más compleja”, advirtió. En su caso, debieron eliminar el turno de noche de la planta y terminar operaciones a las 20 para reducir al máximo el riesgo de contagio, lo que también redujo la capacidad productiva.

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